Bicicletas Futura
Para la empresa Bicicletas Futura, el 2021 empezó con muy buenas noticias. “En enero nos otorgaron un crédito por $5 millones a sola firma, en el Banco Comafi, con el que pudimos escriturar un terreno de 1 hectárea donde estamos construyendo la nueva planta industrial. Un proyecto largamente soñado”, relató Luciano Ariel Testa, socio y gerente Comercial y de Finanzas de esta firma, ubicada en el Parque Industrial de Quilmes.
La empresa, de 60 empleados, fabrica un amplio espectro de bicicletas: infantiles para preescolares y niños, urbanas, para cicloturismo, senderismo y mountain bike para aficionados. En varias de estas líneas, el grado de participación de piezas nacionales, que en muchos casos son propias, alcanza el 80%. Producen cuadros, rayos, llantas de aluminio, manubrios, portaequipajes y caños portasilla, entre otros. Mientras que las partes importadas son piñones, cadenas, cambios y movimientos centrales.
“En Banco Comafi también tenemos una Carta de Crédito, por US$110 mil, que siempre está abierta, lo que nos permite financiar las importaciones, provenientes de China”, agregó Testa.
La empresa cuenta con áreas profesionalizadas de RRHH, Contabilidad y Finanzas, así como con un sistema CRM de gestión, que les facilita estar al día en la calificación crediticia. “A esto le damos una gran importancia, para aprovechar el cupo crediticio cada vez que nuestra oficial de empresa nos avisa de una oportunidad de crédito”. Fue lo que ocurrió con la última importación, arribada a Buenos Aires a mediados de marzo, con la que se aseguraron la producción de varios meses, en momentos en que existían algunas dudas respecto a la continuidad del flujo de importaciones.
“Por suerte hemos tenido tiempos de una altísima demanda local, en buena parte debido a la pandemia y a los cambios de hábitos en la movilidad de las personas. De hecho, nuestra empresa incrementó la plantilla de personal en casi 30% en comparación con 2019. Pero esta bonanza no debe ocultar los inconvenientes y disparidades frente a otras actividades, incluso más virtuosas que la nuestra, que tienen menos problemas para importar. Igual estamos ante una realidad que entusiasma”, afirmó el empresario.
Testa dijo que pocas veces tuvieron un nivel de ventas como el de estos años. Nacida en el 2002, por iniciativa de Esteban Testa, hoy de 71 años y en funciones, y sus hijos Leandro y Luciano, Bicicletas Futura es una típica empresa familiar. Testa señaló que lo hicieron “trabajando siempre en blanco y dando pasos seguros”.
Don Esteban había empezado a fines de los ‘70 con una distribuidora de repuestos de bicicletas, abarcando una zona que iba desde Avellaneda hasta Quilmes. Luciano se unió a la firma en 1991, repartiendo repuestos en un camión, que llegaba incluso a puntos del interior.
“Padecimos el Tequila y las dos hiperdevaluaciones y nos mantuvimos en pie, hasta que con un socio capitalista mi papá logró instalar una línea de montajes para armar las primeras bicis propias. Después nos agarró la crisis de 2001 y sobrevivimos. En 2003, con otro socio, volvimos a fabricar y desde entonces hemos tenido años muy duros y años que nos impulsaron a invertir”.
“En enero obtuvimos un crédito por $5 millones con el que pudimos escriturar un terreno de 1 hectárea, donde estamos construyendo la nueva planta industrial”.