Del cheque al efectivo, y del efectivo a los equipos

Especializada en soluciones de climatización, cambia de inmediato sus valores para reinvertir. “Con esta inflación, es lo que conviene”.

Desde Rosario, Víctor Robledo & Asociados llega a varias provincias del país, con una amplia oferta de soluciones en climatización para ambientes cerrados. La firma se especializa en refrigeración y calefacción a través de aire acondicionado, inyección y extracción de aire y en todo el proceso de asistencia que empieza en la decisión de la inversión, sigue en la concreción del proyecto y su ejecución y termina en el servicio de postventa.

“A partir del 2018 empezamos a descontar cheques de pago diferido, para financiar la compra de equipos de aire acondicionado de diversa complejidad. Compramos sobre todo las marcas BGH, Surrey y LG. Son equipos centrales para superficies superiores a 200 m2, o bien equipos tipo split para casas de familia. Nos caracterizamos por resolver todas las necesidades y expectativas de los clientes”, dijo Robledo, titular de la firma.

El empresario explicó que la dinámica del instrumento bursátil depende de la demanda de proyectos. No cuenta mucho la cantidad de cheques sino el monto de los valores y la necesidad de reinvertirlo. “Las empresas con las que trabajo pagan con cheques a 30, 60 o 90 días; los mismos plazos a los que yo compro. Y con esta inflación conviene hacerlos líquidos cuanto antes e invertir en nuevos equipos. La gran ventaja es que el costo financiero del instrumento es bajo y se lo puedo trasladar al cliente”, dijo Robledo.

La empresa ha realizado proyectos y obras de dimensiones en sucursales del banco Macro, oficinas de la Anses en varias provincias y un centro logístico de Ocasa en el conurbano bonaerense. Las obras suelen tardar entre un mes y seis meses, dependiendo de su magnitud.“Cuando necesitamos pesos para capital de trabajo, el área contable junta los cheques recibidos en pago por ventas, más o menos una vez por semana y los envía a Solidum SGR, entidad que trabaja con las ALYC Taralo, Nacini y TSA Bursátil, que son las encargadas de la negociar los papeles. Cuando se enteran de la tasa de descuento me preguntan si estoy de acuerdo y en pocas horas tengo el dinero en la cuenta comitente y luego en mi cuenta bancaria. Todos los cheques se negocian en el Mercado Argentino de Valores (MAV) de Rosario”.

Víctor Robledo fundó su empresa en 2002, luego de haber hecho experiencia en una importante empresa del ramo de la ciudad.

“Cuando me recibí de arquitecto, en el año 1996, fui contratado por la empresa Bonifacio Manzur, que cerró en 2001 y llegué a ser director de obra en Rosario y otras ciudades de la provincia. De alguna forma me especialicé en equipos grandes y cuando empecé con mi empresa, comenzaron a llamarme, primero para mantenimiento y luego para instalaciones y obras más importantes”.

Durante mucho tiempo compraba los equipos con el adelanto de clientes o ahorros. De a poco fue amigándose con los bancos. Y, finalmente, surgió la solución del mercado de capitales.

El empresario recordó el momento exacto en el que conoció el descuento de cheques diferidos:

“Yo sabía que no era lo más acertado cubrir con ahorros propios, por la demora entre la cobranza a mis clientes y el pago a proveedores. Así que fui y le pregunté a un contador amigo qué me sugería y me habló del descuento de cheques. Hasta el día de hoy se lo sigo agradeciendo”.