LOS REMEDIOS CASEROS MAS USADOS
Una medicina “casera” es aquella que se elabora con elementos de la naturaleza y que no son agresivos para el organismo. Estos tratamientos han sido extraídos de la cultura popular y, con el tiempo, la ciencia moderna se ha encargado de comprobar su efectividad. Los remedios de este tipo presentan varias ventajas: no hay efectos secundarios, cualquiera puede acceder a los mismos y se pueden aplicar con rapidez.
AROMATERAPIA: es el empleo de aceites esenciales, cuyos principios activos se extraen de plantas, hojas, flores o cáscaras de frutos. Estas esencias se pueden inhalar o aplicarse en forma de masaje.
FANGOTERAPIA: los barros que se emplean son aquellos que derivan del mar o de las zonas costeras. También pueden provenir de lagunas o ser de origen volcánico. El fango se aplica directamente sobre la zona afectada.
VAPORTERAPIA: es una técnica muy sencilla de emplear, ya que sólo se necesita agua a punto de ebullición y algunos complementos más. No sólo sirve para eliminar afecciones de la piel, sino que también es utilizado para mejorar la salud de las vías respiratorias.
JUGOTERAPIA: mediante diversas mezclas de jugos de frutas y vegetales se busca prevenir enfermedades y desintoxicar el organismo.
AYUNO: es, básicamente, la abstinencia de todo tipo de alimento, pudiendo ingerir, únicamente, agua. Esta práctica ayuda a depurar el cuerpo de toxinas.
FITOTERAPIA: es el uso de hierbas y plantas para tratar diferentes afecciones. Esta práctica permite cultivar las diferentes variedades en el hogar y tenerlas “siempre a mano”.
HIDROTERAPIA: el agua puede ser aplicada de diversas formas. Ya sea mediante duchas, baños o lociones; es una de las opciones más naturales y saludables para “limpiar” al cuerpo.
USO DE ARCILLA: este noble elemento dado por la naturaleza, posee numerosas sustancias en su composición que le brindan una gran capacidad de absorción. A través de este proceso, permite limpiar y desintoxicar las impurezas que puede haber en los tejidos. Si se la ingiere, ayuda a eliminar las sustancias nocivas para el organismo.