Cómo preparar remedios naturales con hierbas
Existen diversas formas de aprovechar las propiedades curativas de las plantas, ya que en ciertos casos es conveniente tomar una infusión, pero en otros se indica un baño de asiento, una cataplasma o un emplasto. Antes de prepararlos, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
• No usar recipientes de hierro o aluminio para preparar estas bebidas curativas.
• El té debe ser siempre consumido en el día y nunca por más de 2 meses.
• Cuando se utilizan hierbas frescas se usa el doble de cantidad que cuando las hierbas están secas.
A continuación, se detallan los procedimientos correctos para elaborar medicamentos curativos en forma casera, de tal modo que usted pueda prepararlos en forma sencilla y eficaz.
Té de Hierbas
No todas las hierbas se someten al mismo procedimiento cuando se elabora con ellas un té. Las posibilidades de preparación son: a) Maceración: se remojan 1 o 2
cucharaditas de hierbas frescas o secas por taza de agua, durante unas 12 horas o más. Se conserva a temperatura ambiente y antes de tomarla se la calienta levemente, se cuela y se bebe sin endulzar. Este proceso se indica generalmente en plantas aromáticas, para aprovechar las vitaminas y minerales sin correr el riesgo que se destruyan durante su hervor.
b) Infusión: se calculan entre 1 o 2 cucharaditas de hierbas por cada taza de agua; el agua se agrega hirviendo sobre la planta, se tapa y se deja reposar durante 10 minutos y se bebe a la brevedad. Este procedimiento se utiliza con flores y hojas tiernas y, a veces, con raíces y cáscaras, picadas finamente y dejándolas reposar media hora en agua hirviendo.
c) Decocción: se agregan 1 o 2 cucharaditas de hierba por taza de agua; en este caso el agua está fría y se calienta la mezcla a fuego bajo. Se deja luego reposar, se cuela y está listo para beber. Este sistema se usa para las partes más duras de la planta, como troncos, raíces, tallos y semillas, bien picadas.
d) Tisana: primero se deja hervir el agua y luego se agregan 1 o 2 cucharaditas de hierba por cada taza de agua. Se tapa, se vuelve a hervir durante 5 minutos, se deja reposar y, finalmente, se bebe.
Compresas
Se utilizan 2 cucharadas soperas de hierbas por taza de agua, se le agrega el agua hirviendo, se deja reposar 10 minutos y luego se humedece un paño de algodón sobre el preparado, se escurre y se aplica sobre la zona a tratar. Puede a continuación cubrirse con otro paño de lana grueso, para que el calor ayude a la penetración.
Cataplasmas
Semejantes a las compresas, pero se aplican frías. Es importante no usar elementos de metal para prepararlas, sino de madera.
Las cataplasmas pueden prepararse con hierbas preferentemente frescas o con hierbas secas.
Las frescas se lavan, se pican y se amasan hasta que se forme una pasta y luego se envuelven en un tejido fino para ser aplicadas sobre la piel.
Si se trata de plantas secas, se remojan en agua caliente, se exprimen, se dejan enfriar, se envuelven en una tela y se aplican durante 20 minutos.
Ensaladas y Jugos
No es preciso dar demasiadas indicaciones de cómo preparar una ensalada, excepto recordar de lavar muy bien las hierbas antes de ingerirlas.
Los jugos, por su parte, pueden prepararse con un extractor centrífugo de jugos, una licuadora o un mortero, en el que se machacan las hierbas.
Lo fundamental de los jugos es que deben ser consumidos en el momento.
Baños
Mediante los baños toda la piel absorbe las sustancias curativas de las hierbas y por eso es tan inmediato su efecto.
Para preparar un baño con hierbas, primero es preciso elaborar un té por infusión o decocción, aproximadamente de un puñado de hierbas por litro de agua, que se agrega al agua del baño. También se pueden envolver las hierbas en un saquito de tela fina y sumergir la bolsita en el agua del baño.
Tinturas
Las tinturas son extractos preparados con alcohol en lugar de
agua. Son muy concentradas y se conservan más tiempo. Actualmente es sencillo conseguir tinturas madre ya preparadas en herboristerías o almacenes macrobióticos, pero igual es importante aprender a fabricar las tinturas en casa.
Se puede utilizar alcohol puro de 96º o vodka. Otra opción es preparar las tinturas con vinagre de vino o manzana, no blanco, estando el mismo tibio, pero no hervido. La proporción es de 50 gramos de hierba seca y triturada puesta en reposo durante 6 semanas en medio litro de alcohol, en un frasco de vidrio color ámbar y herméticamente cerrado.
A veces, se pueden presentar algunos inconvenientes. En estos casos tenga en cuenta los siguientes consejos:
• Los líquidos pueden desbordar y manchar el sitio donde se apoya, por lo que debe colocar el frasco sobre un platito o un plástico.
• Si se preparan varias tinturas, es preciso etiquetarlas y anotar la fecha de preparación.
• Cada dos o tres días se debe agitar un poco el frasco.
• A las seis semanas, conviene colar el preparado y guardarlo en un lugar fresco, fuera del alcance de los niños.
Gárgaras y Buches
Se prepara un té por decocción, se hace gárgaras y luego se expele el líquido. Su efecto es mayor por la mañana y por la noche.
Ungüentos y pomadas
La sustancia base con la que se mezcla el extracto de hierba puede ser vaselina, lanolina, aceite de coco o de almendra.
Puede prepararse de varias formas, a saber: a) Mezclando una cucharadita de tintura madre por cada 30 gramos de sustancia base. b) Mezclando la hierba amasada con la sustancia grasa, aproximadamente una cucharada cada 30 gramos. c) Cocinando en 200 gramos de vaselina dos cucharadas soperas de hierba. Luego el preparado se agita, se cuela, se deja enfriar y se guarda en un frasco.
Jarabes
Los jugos de hierba, macerados o decoccidos, se mezclarán -mitad y mitad- con miel. O se pueden hervir 100 gramos de hierbas secas o frescas en un litro de agua, dejar reposar 3 días, exprimir, filtrar y adicionar 1/2 kilo de azúcar por cada litro de jugo. La dosis máxima para los niños es de 3 cucharaditas de té al día.
Inhalaciones
Se coloca 1 cucharada sopera de hierba por cada 1/2 litro de agua hirviendo y se inhalan durante 15 minutos los vapores, mientras la mezcla continúa a fuego mínimo. Se puede tapar la cabeza con una toalla para que el vapor se concentre, siempre que se tenga mucho cuidado en que la toalla no se acerque al fuego y en no volcar el recipiente. Por supuesto, también el vapor puede producir quemaduras y es preciso tomar los
recaudos necesarias