• El tópico del cigarrillo
A: Yo prohibí el cigarrillo mucho antes de que se lo prohibiera en nada. Lo prohibí porque en nuestro local de Alem y Formosa, los chicos se iban al fondo a fumar marihuana. Yo entré y dije: “Estos que están acá en el fondo, esto no va. Prohibamos el cigarrillo del todo”. Entonces me salió la frase “este es un lugar familiar”... Puse un cartel: “No fume, están sus hijos”. La puse en todos lados y prohibí fumar, y se acabó la historia. Porque estaban los chicos de tres, seis años y había humo. En los aviones se fumaba en toda la fila todavía, no había la convicción que hay hoy en día antipucho, del “te está matando”.
Los videojuegos estuvieron prohibidos en la ciudad de Neuquén hasta hace muy, muy poco. Lo logré reglamentar en mi primera época y abrí un local fantástico. Prolijo, con un ambiente espectacular. Pero vino un colega mío del lugar, trajo máquinas así nomás y tenía un local que era un tugurio. Entonces, el obispo pasó por la puerta, miró y dijo: “Esto hay que prohibirlo”. Y la Municipalidad lo prohibió al día siguiente. Levantamos nuestro local, violín en bolsa, un local hermosamente familiar, preparado, y a guardar los juegos. Siguió prohibido.