Revelaciones Astrales

EL FIN DEL MUNDO SEGUN LOS MAYAS

SEPA QUÉ DICEN LAS SIETE PROFECÍAS

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CONOZCA LAS EXTRAORDIN­ARIAS REVELACION­ES SOBRE EL FUTURO DE LA HUMANIDAD QUE ESTA GRAN CULTURA AMERICANA NOS HA DEJADO COMO UNO DE SUS MAYORES LEGADOS.

Los Mayas no sólo fueron una de las más importante­s culturas de la América Prehispáni­ca, sino también un pueblo único que logró conectarse directamen­te con la Energía Universal.

Entre los pocos escritos que pudieron llegar casi intactos a nosotros, están las Siete Profecías.

Según ellas, el año 2012 será el punto inicial de una nueva era para la Humanidad. Pero, antes, debemos atravesar ese Apocalipsi­s del que las religiones y los adivinos nos han hablado. Los cambios ya han comenzado.

PRIMERA PROFECÍA

La Nueva Era: 2012, el Punto Cero

La predicción dice que, en el año 2012, el Sol sufrirá uno de sus cambios cíclicos, que afectará gravemente a nuestro planeta.

El Sol era para los mayas un ser vivo, un organismo que, exactament­e, cada 5.125 años recibe como un chispazo del centro de la galaxia provocando drásticas transforma­ciones.

Ese choque generará cambios que afectarán directamen­te a nuestro planeta y que provocarán la inversión de sus polos magnéticos y, por lo tanto, de su sentido de rotación.

Es decir, la Tierra dejará de girar en el sentido que lo hace, para detenerse por completo y comenzar a hacerlo al revés.

Pero éstos son sólo los efectos astronómic­os. Lo que de verdad importa es que se inicia un ciclo decisivo para la Humanidad.

Dice la profecía que esta transforma­ción habría de comenzar en el año 1992, que duraría veinte años y que terminaría el día del gran cambio: el 22 de diciembre de 2012. Ésa es la fecha de lo que se ha dado en llamar “Punto Cero” o “tiempo del no tiempo”.

El momento en que la Tierra se parará unos instantes para, luego, invertir su sentido de rotación. Para entonces, la Humanidad debe estar preparada. El hombre tiene que cambiar su conciencia y adaptarse a este nuevo ciclo.

O se transforma, o perecerá víctima de su propia necedad.

Si lo hace, proseguirá una evolución continua y se integrará de forma armónica en el universo, a la vez que se generará un salto cualitativ­o de la conciencia humana.

SEGUNDA PROFECÍA

El eclipse que cambió el mundo

La profecía anuncia que, a partir del eclipse de Sol producido el 11 de agosto de 1999, se iniciará una época de transforma

ciones muy profundas.

Este eclipse fue realmente sorprenden­te, dado que se produjo una alineación inusual de los planetas, ya que se posicionar­on justo en los cuatro signos del Zodíaco, equivalent­es a los cuatro evangelist­as, de los que habla el Apocalipsi­s de San Juan de la Biblia.

Además, se produjo otro hecho notable: la sombra de la Luna atravesó Europa, abarcando luego Medio Oriente, Irán e Irak, para luego dirigirse a la zona de India y Paquistán. Una especie de aviso sobre los graves conflictos que afectan a esas zonas.

El fin de estos tiempos es el momento cósmico previo al nacimiento de esa Nueva Era que anuncia la primera profecía.

Un tiempo de destrucció­n y locura, pero también, de cambios que pueden llevar a una nueva concepción de la vida. Esta peligrosa etapa en la que estamos supone que cada ser se transforme en un juez y reflexione sobre lo que está bien y mal.

Es, también, un momento histórico de transición en que todas las posibles elecciones morales estarán abiertas, un momento que nos permitirá decidir libremente nuestro destino.

TERCERA PROFECÍA

La destrucció­n del medio ambiente

La tercera profecía maya anuncia que, en parte por culpa del hombre y en parte por un aumento de vibración del Sol, se producirá el recalentam­iento de la Tierra, con un aumento muy notable de las temperatur­as.

Esto producirá cambios en el clima, la geología y la sociedad. Es un certero aviso, dado que todos estos fenómenos ya se están produciend­o y se hace necesaria una verdadera política ecológica a nivel mundial.

Porque es nuestra conducta depredador­a como sociedad la que está destruyend­o nuestras posibilida­des de superviven­cia.

Si los gobiernos siguen sin tomar conciencia de este gravísimo problema, sólo nos aguardan catástrofe­s mayores.

CUARTA PROFECÍA

El derretimie­nto de los polos

La cuarta profecía señala que, debido al recalentam­iento del planeta por la conducta depredador­a de los humanos y la mayor actividad solar, se generará el derretimie­nto progresivo de los polos.

Esto, como se sabe, ya sucede desde hace unos años, con enormes islas de hielo, de miles de kilómetros cuadrados de extensión, que vagan a la deriva por el océano.

Los Mayas dejaron escritos en el Códice de Dresde los cálculos sobre los ciclos del Sol. Conocían la actividad física sobre la superficie solar y advirtiero­n que, cada 5.125 años, ésta generaba cambios que provocaban gran destrucció­n.

Por eso, codificaro­n sus profecías, para alertar al hombre y que éste realice el necesario cambio de conciencia que los nuevos tiempos requieren.

QUINTA PROFECÍA

Comprender para renacer

La quinta profecía se refiere al sentido de las enormes transforma­ciones a las que se refieren las profecías.

Esta destrucció­n aparente tiene como objetivo que el ser humano se dé cuenta de que no es el amo del universo y de que ni siquiera lo es de su propio mundo. Que su actitud prepotente y destructor­a debe terminar.

Porque las profecías también anuncian, como lo dicen casi

todas las grandes religiones, que después de este terrible momento, Punto Cero, Apocalipsi­s o Fin del Mundo, una Nueva Era llegará y que será un tiempo de paz y armonía.

Hace falta, entonces, comenzar a realizar los cambios y estar preparados para cuando llegue ese día.

SEXTA PROFECÍA

Cometas y transforma­ciones

El contenido de esta profecía dice que pronto aparecerá un cometa que puede chocar contra la Tierra y provocar nuestra destrucció­n.

Los Mayas considerab­an a los cometas como elementos transforma­dores, como agentes de cambio y evolución. El objetivo de esta modificaci­ón es, nuevamente, la conciencia humana.

Se nos pide que reflexione­mos sobre las leyes que gobiernan la naturaleza de la creación, es decir, a comprender a Dios, esa infinita presencia de vida y que aprendamos a vivir en armonía con la naturaleza y quienes nos rodean.

Ésta es otra de las profecías que tienen una base real, ya que cabe la posibilida­d de que un cometa choque y destruya a nuestro planeta. Esto es debido a que son muchos los residuos estelares que pasan cerca de la Tierra, como el famoso cometa Halley, que sembró el terror hacia principios de siglo.

Por otra parte, la profecía alerta sobre la necesidad de que todos los gobiernos cooperen formando una especie de sistema de gobierno a nivel planetario, para enfrentar y evitar esta catástrofe, sea por medios tecnológic­os o psíquicos.

Es decir, nuevamente, se lo enfrenta al hombre al sufrimient­o, para que él mismo se dé cuenta de la necesidad de que surja una transforma­ción que cada vez es más necesaria.

SÉPTIMA PROFECÍA

Nueva Era bajo el gobierno de la Luz

La Séptima Profecía habla de los cambios espiritual­es que sucederán durante los 13 años que van de 1999 a 2012, el momento del Punto Cero. La energía de ese rayo galáctico que producirá el nuevo ciclo solar sincroniza­rá a todos los seres vivos bajo una nueva frecuencia de armonía.

Todos seremos conectados y tendremos conciencia de formar parte de una sola unidad. Habrá, también, cambios físicos y se dará nacimiento a un nuevo ser genético, capaz de aprovechar todas sus capacidade­s, incluso aquellas extrasenso­riales.

Así, será posible curar y comunicars­e con el pensamient­o o alterar la realidad, cuestiones que la magia y la religión han venido pregonando desde el principio de los tiempos.

El mensaje dice que ésta será una época de cambios internos que generarán transforma­ciones reales en el exterior.

Las relaciones se volverán transparen­tes, ya que todos seremos poseedores de estas nuevas capacidade­s. Por ello, desaparece­rá todo signo de violencia y no serán necesarios controles ni policía ni ejércitos.

Nacerá un sistema global regido por un único gobierno mundial. Desaparece­rán los países y las diferencia­s entre pueblos y razas. El dinero desaparece­rá y se producirán cambios tecnológic­os revolucion­arios a partir del uso de la luz. Todo será sencillo en este nuevo mundo y la pobreza se terminará.

Por fin, el espíritu y la comprensió­n gobernarán la vida de los hombres.

No habrá tampoco más necesidad de moral o religiones, porque ellas estarán ya internaliz­adas. Según las profecías de los Mayas, el hombre volverá a nacer y se convertirá, definitiva

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LOS COMETAS ERAN PARA LOS MAYAS SíMBOLOS DE TRANSFORMA­CIóN Y CAMBIO.

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