OFRENDAS A LOS 12 DIOSES CELTAS
PARA EL PUEBLO CELTA, TODO LO CREADO REVESTÍA UNA NATURALEZA DIVINA. ELLOS ADORABAN A LOS ÁRBOLES, LOS ANIMALES, LOS RÍOS, PERO, TAMBIÉN, A DEIDADES QUE REPRESENTABAN FUERZAS TANTO POSITIVAS COMO NEGATIVAS. SEPA CÓMO HONRABAN A SUS DIOSES Y QUÉ RITUALES PRACTICABAN PARA NO DESPERTAR SU IRA.
Cuando los celtas penetraron en las Galias, alrededor del siglo IX a. J. C., encontraron allí numerosos vestigios religiosos, obra de pueblos anteriores. Entre ellos, los dólmenes de carácter funerario y los menhires, símbolos de ídolos primitivos o íconos religiosos, objetos del culto de la litolatría (culto a las piedras).
La mitología de los celtas del continente o galos fue una especie de animismo y naturalismo. Escogieron por primeros elementos de su adoración a los fenómenos de la naturaleza sin representación figurada. Divinizaron las elevaciones y los picos de las montañas y rindieron culto a las aguas, fuentes, ríos y manantiales. Conozca a estos dioses y sepa cómo los homenajeaban los antiguos celtas.
UN PANTEÓN NUMEROSO
La más caracterizada de estas divinidades fue la diosa Epona.
Se la representaba acompañada de su caballo, con el cual formaba un grupo inseparable. Sus atributos fueron el cuerno de la abundancia y diversos frutos. Fue una diosa del agua y una divinidad agrícola.
Los galos adoraron también los árboles y los bosques, y el roble fue considerado como un dios supremo. Adoraban diversos animales comunes: el caballo, el cuervo, el toro y el jabalí; o bien, animales fabulosos como la serpiente con cabeza de carnero, que aparece en numerosos monumentos.
De todos los animales, el toro fue objeto de un mayor culto, como símbolo de la fuerza y de la potencia generadora.
Más adelante, los celtas adoraron a las divinidades que presidieron la creación y su organización social. En la época en que César conquistó las Galias, existía ya un panteón antropomorfo al margen de las divinidades elementales primitivas.
El panteón celta es difícil de especificar. Los nombres de cientos de dioses son conocidos, pero la mayoría parecen ser deidades locales. Durante el período romano, muchas divinidades celtas fueron identificadas con dioses romanos. Uno de los más importantes llamado Lug, en Irlanda, fue identificado como Mercurio. A él, se le atribuye la invención de todas las artes, guía de los caminos y viajes, y virtud para las ganancias del dinero y el comercio.
Luego están: Apolo, que cura enfermedades; Júpiter, que gobierna el cielo y Marte, que preside la guerra. A éste, le ofrecen los despojos del enemigo al entrar en batalla. Dicen los galos que son todos hijos de Plutón.
EL CULTO A LOS ÁRBOLES
Para los celtas, el árbol es un elemento primordial en su cultura, su magia, su lenguaje y su vida.
En Gaélico, “fid” significa árbol y “fios” conocimiento. En Galés, dichas palabras son respectivamente “gwydd” y“gwyddon”. Cada símbolo del alfabeto Celta (Ogham) está representado por un árbol. Irlanda es representada como un gigantesco árbol dorado, cuyas ramas alcanzaban las nubes, y en cuyas hojas estaban todas las melodías, salpicando de frutos el suelo en cuanto el aire agitaba sus ramas. Algunos árboles son curanderos, otros son guardianes, protectores y otros, transmisores de sabiduría. El bosque es el lugar mágico, el centro de reunión de los druidas, el refugio de los seres que traspasan las fronteras de los mundos creados, el lugar donde habitan los más sabios, donde se estudian las leyes del conocimiento y donde cada árbol contiene en su interior todo el conocimiento acumulado durante años. Es el hogar de las hadas, de los elfos, y de todos los seres especiales, habitantes de los “Reinos Intermedios” que se mueven por el mundo.
Es, por tanto, el árbol algo más que un símbolo: es un ser vivo, inteligente, dotado de la sabiduría que sólo transmite a los que hablan su misma lengua, testigo enraizado de todos los sucesos que acontecen a través de los tiempos. Es un refugio de poder, santifica el suelo que lo fertiliza y protege en sus ramas a las aves, mensajeras de los vientos, alimenta con sus frutos a las bestias y cobija en su interior toda clase de seres mágicos.
INVOCACIONES Y OFRENDAS A LAS DOCE DEIDADES
Estos dioses conformaban el calendario ritual de los celtas. Se los invocaba para favorecer la fertilidad, la abundancia y la armonía. Asimismo, también había deidades temidas y las ceremonias que les dedicaban estaban destinadas a aplacar su furia.
CAMULOS
Es la divinidad de la energía más primitiva. Se la representa como un guerrero que sostiene una hoz, con la que corta una rama. Se pide su ayuda en batallas y dificultades de complicada solución. Suele ser dibujado con colores grises, que suponen la esencia de la mente humana; en rojos y naranjas, que señalan el fuego; y con negro, que simboliza el dualismo. Su mes es marzo. Para invocarlo, los celtas preparaban fogatas con hojas de roble y ramas de abedul.
DEA BRIGANTIA O RHIANNON Diosa femenina de la defensa y la seguridad. Aparece como una divinidad sentada que sostiene un ramo de flores en sus manos. Indica la defensa ante dificultades espirituales, materiales y sentimentales. Su mes es abril. Se la representa con colores verdes, símbolo de la existencia vegetal, y en general con los colores del arco iris, los mismos que los de sus flores. Una manera de homenajear a esta diosa consistía en arrojar siete flores de pétalos blancos a un curso natural de agua.
HENS
Diosa guerrera. Aparece con armas largas y un escudo de madera. Simboliza que los seres humanos, después de sus peleas y penalidades, deben esperar la victoria o la solución definitiva. Su mes es mayo. Aparece representada con el color rojo, símbolo del fuego; negro, color de la tierra; oro, que representa las obras bien realizadas; y el azul, que representa el cielo. En su honor, se prepara un altar con piedras y, junto a él, debe colocarse una antorcha que quedará encendida toda una noche.
BEL, DIANCHET, BELEN O BELENUS
Dios de la fecundidad. Se lo representa entrecruzando las ramas de árboles distintos. Indica renaci
miento o una nueva existencia que comienza. Su mes es junio. Aparece con colores verdes, existencia vegetal; azul, del cielo; y oro, obra bien hecha. Como ofrenda a este dios, se preparan saquitos con hierbas aromáticas.
THAN, THENT O LUNG
Dios mensajero. Se lo representa sujetando unas ramas pequeñas y con el gesto de estar hablando. Indica la llegada de mensajes, señales o comunicaciones desde el exterior. Su mes es julio. Se lo ilustra empleando los colores amarillo y blanco, que representan al sol y al aire. Para invocarlo, se traza un círculo en el aire con una rama de abeto, pero el círculo no se cierra, sino que un tramo debe permanecer abierto.
KETK
Dios del viento. Se lo representa soplando para destrozar las ramas de los árboles. Significa la cercana ruptura, que puede afectar a sentimientos, relaciones comerciales, separaciones sentimentales o alejamiento de una persona que nos interesa. Se le dedican los meses de agosto y septiembre. Se ilustra con colores marrones, de la tierra; verdes, de la existencia vegetal; y blanco, del aire. Esta deidad no es invocada, pero para calmar su furia se preparan ramos de flores blancas.
DIS
Uno de los dioses supremos de los celtas. Dios malvado que simboliza el final de todas las cosas. Se lo representa como una luz oscura entre unos árboles muertos. Nos descubre muchas dificultades y complicaciones de difícil solución. Los colores que lo identifican son el blanco y el negro, que representan el dualismo de todo lo vivo y lo muerto que nos rodea. Los celtas no invocaban a este dios, sin embargo, le dedicaban un ritual para protegerse de sus poderes:
formaban un círculo en la tierra con ramas de sauce y lo encendían con mucha precaución. Los oficiantes entraban a esta rueda de fuego y rezaban una plegaria. Luego, había que apagarla con tierra.
ABAIS, DAGDA O AIBALL
El otro dios supremo celta, opuesto a Dis. Aparece como un árbol rodeado de hombres, mujeres, animales y vegetales y delante de un arco iris. Implica lo novedoso, lo desconocido y lo misterioso. Su mes es enero. Se lo representa con los colores del arco iris, que conforman los siete planetas de la Antigüedad y los días de la semana. Para atraerlo, se preparan canastas con piedras transparentes y semillas de todo tipo.
MANONNAN
Dios del mar. Se lo representa con agua salada recorriendo su entorno. Advierte de la abundancia, las oportunidades que se nos presentan, las salidas, el encuentro de algo más grande e importante. Su mes es octubre. Se lo invoca llenando un recipiente de cristal transparente con agua y dejándole caer allí una perla (puede ser artificial).
TARAMIS
Dios de las tormentas. Se le dibuja con el Sol y la Luna, con árboles derrumbados a sus pies y lluvia. Indica complicaciones y contratiempos. Su mes es noviembre. Para representarlo se utilizan los colores blanco, del aire; naranja del fuego; y azul, del cielo. Los celtas le ofrendaban saquitos con hojas de hiedra para mantenerlo sereno.
OGMIOS
Dios de la palabra y el optimismo. Se lo representa como un anciano sin pelo, rodeado de hombres apresados a su lengua con cadenas de oro. Indica optimismo o buenas noticias. Su mes es diciembre. Sus colores son el oro, de las obras bien hechas y el gris, que representa la naturaleza del pensamiento humano. Se lo homenajeaba con flores amarillas y hojas de menta.
GRANNOS
Dios de las fuerzas de la vida. Aparece llevando una vara o la rama de un árbol entre las manos. Señala las energías precisas para conseguir algo, la fuerza y la potencia vital. Su mes es febrero. Sus colores son el gris, del pensamiento humano; y el amarillo, del Sol. Una ofrenda típica dedicada a este dios consistía en preparar canastos con nueces y almendras, ya que estos frutos simbolizan la energía y la fuerza vital.