EL ÁRBOL DE LA VIDA:
CRECIMIENTO Y AUTOSUPERACIÓN
El culto al árbol era popular en el pensamiento celta y simbolizaba la conexión con la Madre Tierra a través de sus raíces, a la vez que la unión del árbol con el cielo y el Espíritu Universal. Es por eso que el árbol aporta sabiduría y conocimiento.
Es recomendable tener en la habitación una lámina o pintura de este símbolo que irradia una energía sutil permanente. Lo ayudará a recordar siempre el valor de estar vivos y de crecer día a día, avanzando, tanto a nivel personal como social.
La persona puede sentarse delante de la imagen, en silencio y relajada, mientras lee la siguiente frase:
“Árbol de la Vida, guía de crecimiento, enséñame tu sabiduría, fortaléceme como tus raíces, que me arraigue en la salud, eleve mi espíritu como tus prósperas ramas hacia un cielo libre de ataduras”.
EL LABERINTO: AFRONTAR DIFICULTADES
La figura del laberinto, ya sea cuadrado, circular, en espiral o con otras formas, está presente en distintas culturas como símbolo del proceso de la vida y de sus dificultades naturales.
Este signo es usado como talismán que representa las múltiples direcciones a seguir del yo interior para conseguir un objetivo. A su vez, el laberinto es un recorrido dificultoso, que plantea, a cada momento, tomar decisiones; es por eso que se lo usa como una metáfora de la vida.
Dado que las personas adictas suelen evadirse de las dificultades y atemorizarse cuando hay que decidir, el laberinto las ayudará a integrar el desafío como algo natural, que puede afrontarse sin recurrir a sustancias ni a conductas nocivas.
Un talismán muy famoso es el laberinto de Argelia, un cuadrado mágico cubierto de letras en el que a partir de la “S” central puede leerse en todas direcciones “Sancta Ecclesia”. Este cuadrado se haya inserto en el centro de cuatro laberintos de trazado idéntico, a excepción del situado en la base derecha, por lo que se piensa que debe empezarse el recorrido por él.
Una forma de trabajar ritualmente con el laberinto es observarlo durante varios minutos para, luego, dibujarlo sobre una superficie arenosa. Esto tomará algo de tiempo y bastante práctica; pero, tenga paciencia,
porque esta clase de meditación activa posee un gran poder terapéutico.
Mientras lo traza, invoque de esta forma, diciendo en voz alta o para sí:
“La dificultad es el camino; el obstáculo, todo un desafío; la victoria es afrontar; la salida siempre está cerca mío”.
CRUZ EGIPCIA O ANKH: LONGEVIDAD Y SALUD
Esta cruz se encuentra en todos los monumentos y representaciones de la diosa Sekhet y se la considera la “clave de la vida”. Era llamada también por los egipcios “la llave del Nilo”, porque este pueblo creía que era un símbolo capaz de abrir las fronteras de la inmortalidad.
El círculo superior de la cruz representa a la mujer y la línea recta, al hombre. También sugiere a la divinidad, la fuente de energía Universal que, con su aliento, dota de vida y movimiento lo terrenal, simbolizado por la línea horizontal.
Esta cruz es adecuada para proteger a cualquier persona de las enfermedades. Para ello, apóyela sobre la cabeza del enfermo o de quien desea proteger y diga:
“Sekhet te dé vida larga y sana, manteniendo lejos los demonios del sufrimiento. Así es, en el cielo y en la tierra”.