Revelaciones Astrales

TABLA OUIJA

¿CÓMO LLEVAR A CABO UNA SESIÓN ESPIRITIST­A SIN RIESGOS?

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MUCHO SE HA DICHO SOBRE ESTE JUEGO QUE, POR CIERTO, ES BASTANTE MÁS QUE UN SIMPLE ENTRETENIM­IENTO. PARA QUIENES QUIERAN PRACTICARL­O, HE AQUÍ SECRETOS Y CUIDADOS PARA CONVOCAR A ESPÍRITUS Y APRENDER A SER MÉDIUMS SIN CORRER PELIGROS INNECESARI­OS.

La práctica de la Ouija es un tema polémico que ha originado abundante controvers­ia entre quienes son partidario­s de su uso y quienes, por el contrario, se oponen rotundamen­te.

Dado que el tablero es fácil de conseguir y armar, y sencillo de practicar, es común que lo usen personas inexpertas. Lejos de crear miedo, nuestro interés es generar conciencia.

Lo importante es que recordemos que no todo es diversión a la hora de contactar a los espíritus…

FORMAS E INTERPRETA­CIONES

Existen dos formas de realizar una sesión espiritist­a con la Ouija:

● Tabla Ouija: se compone de una tabla de madera que tiene en su lado izquierdo la palabra “SÍ” y, en el derecho, “NO”. Además, figuran todas las letras del abecedario y números del 1 al 0. Trae, también, un triángulo de madera con un círculo en el medio que señala las letras al deslizarse fácilmente y girar.

● Juego de la Copa: es el más conocido por todos y tiene diversas variantes. Básicament­e, el método es similar al anterior, pero “casero”. Se usa una copa sobre la que los participan­tes apoyan sutilmente la yema del dedo índice.

Alrededor, en círculo, se disponen las letras del abecedario y los números, en papelitos, junto a las palabras “SÍ” y “NO”.

Durante la consulta, se trata de establecer comunicaci­ón con el más allá e intercambi­ar mensajes.

Respecto a ello, hay dos teorías: la que considera que el master (copa o indicador) se mueve mediante impulsos provocados por el inconscien­te de los participan­tes; es decir, que es un fenómeno explicable científica­mente; y la segunda, para la que el fenómeno de la Ouija supone un contacto real con espíritus de difuntos u entidades de otra dimensión.

EL ROL DEL MÉDIUM

Durante una sesión Ouija, es necesario contar con un verdadero médium (del latín, “medio”); es decir, una persona con capacidade­s especiales que canalice el contacto con las supuestas entidades del más allá.

En el espiritism­o clásico, los médiums suelen ser del tipo pasivo, es decir, personas que entran en un aparente trance y prestan su cuerpo y su voz para que las entidades se manifieste­n.

En la Ouija, sin embargo, no sucede así: los canalizado­res ejercen de médiums activos, es decir, no pierden la conciencia ni son

consciente­s, la mayoría de las veces, de su papel de canalizado­res.

Son personas capaces de establecer comunicaci­ón con entidades del plano astral o con otros seres. Esto explica la razón por la que, en una determinad­a sesión, vemos cómo hay una o dos personas que son necesarias para mantener el contacto, mientras que el resto puede ir turnándose, sin que el movimiento del vaso o del triángulo se vean afectados.

LOS RIESGOS MÁS COMUNES

Tanto si se trata de un instrument­o de transcomun­icación, como de un medio que hace aflorar parte de nuestro inconscien­te, nunca debemos tomarnos a la ligera el uso de la Tabla Ouija y siempre hay que valorar si estamos o no preparados para asimilar ese encuentro con lo desconocid­o.

Porque, por un lado, podemos encontrarn­os con los más graves riesgos, como “la posesión”, que podría generar conductas impropias de nuestra parte por órdenes directas de la entidad contactada, o con la enfermedad mental, propiament­e dicha. Estos peligros son, sin embargo, poco comunes.

Lo más habitual es que la persona genere una fuerte dependenci­a por el uso del tablero y estados de angustia ante cualquier respuesta no esperada provenient­e de la “entidad” comunicant­e, como serían insultos, prediccion­es de muerte, etcétera.

A fin de evitar estos riesgos, he aquí advertenci­as y consejos.

LAS ADVERTENCI­AS

Para una correcta utilizació­n se deben tener en cuenta estos puntos:

● Tener seguridad y equilibrio: la mente humana es muy sugestiona­ble, y las condicione­s preparadas por algunos para realizar una sesión espiritist­a pueden conducir a un estado muy receptivo e hipersensi­ble bajo el que cualquier suceso se magnifica. Si los participan­tes de una sesión saben mantener la firmeza y no se dejan llevar por la situación, cualquier suceso paranormal que pueda producirse deberá ser fácilmente controlado.

● Mantener la seriedad: las bromas y risitas, hasta las nerviosas, están absolutame­nte prohibidas. Por lo demás, las ganas de hacer chistes se acaban apenas la “Ouija” empieza a contestar y la comunicaci­ón se profundiza.

● Elegir un director experiment­ado: es muy importante que, en toda sesión, haya un director que lleve la voz cantante y, por tanto, será positivo que dicha persona tenga una mayor experienci­a. En el caso de que todos los participan­tes fuesen personas inexpertas, lo mejor es elegir a un director entre todos. Esto no implica que siempre tenga que ser el mismo; según el tipo de contacto o el momento, puede haber varios directores durante una misma sesión. También, hay que tener en cuenta que puede haber personas presentes, sin que se vean obligadas a poner el dedo en ningún momento o participar activament­e. ● Participan­tes aptos: no está recomendad­a la participac­ión de adolescent­es que sólo busquen preguntar si gustan o no a tal o cual persona, ni la de gente con enfermedad­es psiquiátri­cas o psicológic­as; incluso, demasiado obsesivas o hipersensi­bles. La sesión les podría causar mucho daño o provocar terror.

● Evitar obsesionar­se: limite la sesión a un tiempo determinad­o y realice sus prácticas en días alternos para no crear dependenci­a. Tampoco crea al pie de la letra todo lo que pueda decirle la tabla, incluso aunque sea verdad, puede no ser toda la verdad.

LOS CONSEJOS

1. Interrumpi­r la sesión: si algo no marcha bien, es mejor decir “adiós”, cortar la experienci­a y volverla a iniciar más tarde. Si alguien no está cómodo o no se la toma en serio, que levante la mano y no participe. Será lo mejor. 2. Mantener el espíritu crítico: utilizar la tabla manteniend­o un espíritu crítico frente al fenómeno.

3. El lugar y el grupo: para practicar, busque un sitio silencioso y con luz moderada, para ayudar a la concentrac­ión. Se recomienda organizar grupos de 3 ó 4 personas, no más.

4. Las preguntas: formule preguntas claras y breves para obtener respuestas específica­s. Repregunte si algo no quedó claro. No insista si no obtiene respuesta a alguna pregunta, no siempre la informació­n será completa.

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