RITUALES DE PODER A SAN CAYETANO
ALGUNAS PERSONAS RECURREN AL SANTO PARA SOLICITARLE TRABAJO, CONSERVAR EL QUE TIENEN O SÓLO PARA AGRADECERLE LA AYUDA ECONÓMICA CONCEDIDA. APROVECHE USTED TAMBIÉN ESTA FIESTA Y HAGA REALIDAD SUS DESEOS DE UNA VIDA MÁS PRÓSPERA.
Como se sabe, San Cayetano es el patrono del pan y del trabajo, así como el protector de los humildes. Es por eso que su fiesta (7 de agosto) y los días 7 de cada mes se han convertido en fechas especiales para realizarle todo tipo de pedidos de prosperidad y abundancia.
Lo invitamos a sumarse a estas conmemoraciones realizando estos poderosos rituales.
CEREMONIA SEMANAL DEL PAN
Este ritual deberá comenzarlo el miércoles 1 de agosto (o el día 1 de otro mes), que coincide, en Sudamérica, con el día de la Pacha Mama (Madre Tierra), diosa de la prosperidad en todo el continente.
A lo largo de los 7 días, tendrá que hacer pequeños rituales en los que irá agregando en un altar, diferentes elementos mágicos.
La ceremonia debe realizarse siempre a la misma hora. Puede elegir entre las 7 de la mañana o las 7 de la tarde, según el horario que le sea más conveniente.
Primero, consiga todos los elementos que necesitará y, luego, siga las instrucciones para cada día.
■ 1 de agosto (o del mes elegido)
Antes de comenzar, consiga una estatuilla (o estampita) de San Cayetano y colóquela en un pequeño altar, especialmente, dedicado a él. Puede ser algo sencillo, no necesita hacer gastos innecesarios.
Luego, diríjase a la cocina y prepare los 7 panes caseros que ofrendará cada día a San
Cayetano. Para hacerlos, siga la receta (ver recuadro “El pan abrecaminos”).
Una vez, que haya finalizado la preparación, tome un pan, acérquese al altar y colóquelo junto a la estatuilla. A continuación, ponga una vela amarilla a la derecha del santo y una blanca a la izquierda. Recuerde que deberá encenderlas todos los días antes de comenzar el ritual de cada día.
Después, préndalas y diga: “San Cayetano, déjame ganar
me el sustento con mis propias manos. Amén”.
■ 2 de agosto
Primero, lleve el pan y ábralo al medio con sus manos, saque un poco de miga y coloque en su interior un puñado de semillas de sésamo.
Luego, vuelva a unir las dos partes atándolo con una cinta amarilla y rece: “Santo de los humildes, que mi trabajo y el de los míos comience a rendir frutos”.
■ 3 de agosto
Coloque un cuenco con agua bendita en el altar. Después, tome el pan, mójelo en el agua y coma un trozo pequeño. A continuación, rece: “San Cayetano, muéstrame el camino para administrar mis bienes. Ayúdame a que éstos no se escurran como el agua entre las manos”.
■ 4 de agosto
Ponga un cuenco con varias monedas doradas en el altar. Lleve el pan e introdúzcale (no es necesario abrirlo) 4 monedas, una en cada lado. Pídale al santo: “San Cayetano, deja que crezca mi fortuna y que mi esfuerzo de trabajo diario no se vea defraudado”.
■ 5 de agosto
Escriba en un papel blanco todos sus deseos de prosperidad. Luego, dóblelo hasta reducirlo al mínimo e introdúzcalo dentro del pan (sin abrirlo), mientras dice: “Permíteme,
Santo mío, dar vuelta la página de mi existencia pobre y comenzar a escribirla con alegría renovada”.
■ 6 de agosto
Es momento de acercar 6 espigas de trigo al altar.
Tome una de ellas y clávela dentro del pan. Luego, rece:
“San Cayetano, tú que nos das el pan, no nos lo quites. Deja que los míos y yo crezcamos material y espiritualmente”.
■ 7 de agosto
Una vez reunidos durante la semana todos los elementos rituales en el altar, es momento de la oración final de agradecimiento: “San Cayetano, me has dado todo y mucho más. Te agradezco que estés siempre a mi lado, en los momentos de pobreza y en los de abundancia. Enséñame a ser una persona generosa con mi familia y con los demás. Ayúdame a concretar mis deseos de prosperidad”.
Si le es posible, complete la ceremonia visitando el Santuario de San Cayetano.
MONEDAS SANTAS
El 7 de agosto (o el mes elegido) concurra a misa con 14 monedas, 7 plateadas y 7 doradas, a las que pedirá bendecir para llevárselas nuevamente a su hogar (también, puede bendecirlas usted mismo).
Esa noche, salga al jardín o al balcón de su casa y ponga sobre el piso tres velas (1 roja, 1 verde y 1 amarilla).
Colóquelas en forma de triángulo (la amarilla arriba, la verde a la derecha y la roja a la izquierda). En el centro, ubique la estampita de San Cayetano y una espiga de trigo por cada integrante de su familia.
Luego, encienda las velas en el orden ya citado y diga: “San Cayetano, haz que la mala fortuna se aleje para siempre de mi hogar”. A continuación, ponga las 7 monedas plateadas sobre la estampita y diga:
“San Cayetano, haz que este escudo de plata nos proteja contra la pobreza”.
Coloque, después, las 7 monedas doradas encima de las plateadas, y diga: “San Cayetano, haz que el oro llegue a nuestras manos”.
Para terminar, apague las velas arrojándoles encima sal gruesa y guarde todo en una caja de cartón.