LA INFLUENCIA DE LOS ÁNGELES EN EGIPTO

Los antiguos egipcios creían que los seres de luz podían ser controlados invocando el poder de los ángeles mayores.

También, creían que el mago angélico debía ser honrado a través de rituales y oraciones, como un ser con un estatus cercano a la divinidad. Para ellos, los seres humanos podían devenir ángeles y controlar a los seres de luz de las jerarquías más bajas, así como los reyes gobernaban a los hombres de una jerarquía menor.

Fueron también los egipcios quienes comenzaron a utilizar los nombres mágicos como parte de sus oraciones en los rituales de magia, en los que había, además, elementos tomados de la Astrología, quema de incienso y sacrificios. Según este pueblo, un ángel podía aparecer en lugares muy diferentes como, por ejemplo: • En una estatua o una imagen • Tallado en un talismán • En un sueño • En un trance (muchas veces, inducido por drogas) • Como fantasma o voz desencarnada • Haciéndose presente físicamente

Varios ejemplos de Magia Angélica egipcia han sobrevivido hasta nuestros días. Un papiro consigna un ritual que, probablemente, pertenezca al año 100 a.C. El texto dice los siguiente: «Para obtener una visión de Besa, haz el dibujo de Besa y sostenlo con la mano derecha, mientras envuelves la izquierda con un lienzo negro y te cubres el cuello con otro lienzo del mismo color. La tinta con que hagas el dibujo debe estar compuesta por la sangre de una vaca, la sangre de un pájaro blanco, incienso, mirra, tinta negra y agua de lluvia. Con esta misma tinta deberás escribir tu petición, luego de que haya salido el sol: “Envíame la verdad, oh, Señor, envíame a la sagrada deidad Anuth, a Salbana, a Chambre, a Vreith. Ahora, ahora, envíala pronto, pronto. Pon la luz en esta inmensa oscuridad”».

Una vez más, vemos que aparecen en este ritual elementos que están presentes en los grimorios medievales.

Así, el dibujo de la imagen del ángel en una mano se asemeja a la de los talismanes angélicos que registran los grimorios y el dios Besa, una divinidad bestial, es similar en forma a la descripción medieval de los ángeles caídos o demoníacos.

Asimismo, también el incienso, la mirra y la sangre de animales se mencionan en los manuscritos de la Edad Media.

Por otra parte, al igual que en ellos, se aconseja llevar a cabo el rito por la mañana, apenas se observa la salida del sol. Del mismo modo, la mención del nombre sagrado de las deidades recuerda a los nombres de los ángeles cabalísticos incluidos en los grimorios.

Así, es posible ver claramente, por lo tanto, que la Magia Angélica, tal como se la practicó en el Renacimiento y la conocemos hoy en día, tiene sus raíces en las prácticas religiosas del Antiguo Egipto.