RESULTADOS:
Una vez sumados los puntos de todas las preguntas, vea, según el puntaje obtenido, qué apartado le corresponde leer:
● DE 4 A 9 PUNTOS: es excesivamente permeable a las opiniones ajenas. Percibe su entorno a través de los comentarios de quienes lo rodean y no, a partir de sus propias ideas, por lo que pierde la correcta visión de sí mismo. Por eso, no puede distinguir cuáles son sus responsabilidades y se siente aludido o demandado en cualquier circunstancia. Debido a todo ello, puede ser una víctima muy fácil para los “abusadores emocionales”. Le cuesta mucho decir que “no” a lo que le piden.
● DE 10 A 15 PUNTOS: no se encuentra a merced de su entorno. Aunque también atiende a las opiniones de los demás, otorga importancia a sus percepciones, a sus experiencias y a su intuición. Ha logrado distinguir aquellas cuestiones en las que se encuentra involucrado, de esas demandas que le insumen esfuerzo y tiempo sin aportar ningún beneficio.
Gracias a esta actitud, aunque, en casos extremos, podría ser vulnerable a las demandas afectivas de otros, siempre sabrá valorar qué puede o debe dar y qué no. No es usted, por tanto, una víctima fácil, y decir que “no” es, desde su punto de vista, un hábito saludable. Siga como hasta ahora.
● DE 16 A 20 PUNTOS: a pesar de que parece maduro y algo distante, esto no lo mantiene a salvo de los abusos emocionales. Sus características inflexibles estructurado, normativo, obediente en exceso, sujeto a mandatos desactualizados, etc.- lo mantienen sujeto a reglas internas que no dejan lugar alguno a la crítica. Es por eso que su autonomía se ve comprometida o debilitada. Estas razones generan que, aunque, a primera vista, no parezca usted una víctima fácil del abuso emocional, en realidad, sí lo sea. Puede decir que “no”, pero, en realidad, el otro entenderá un “sí”.