SAN EXPEDITO
Entrada urgente de dinero
Si se encuentra en una situación difícil y necesita de modo inmediato cancelar una deuda o afrontar un gasto inesperado, recurra al santo de los casos de difícil y pronta solución.
San Expedito vivió a principios del siglo IV, bajo el imperio de Diocleciano, emperador que años más tarde lo mandaría asesinar; era el comandante de una legión de soldados romanos.
Fue un buen soldado y un buen cristiano. Llevaba el uniforme del legionario romano sobre su cuerpo y la señal de la cruz, sobre su frente.
Aprendió muy bien la lección de Jesús: “Dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. Luchó por los intereses y la gloria del imperio, y a la hora de confesar su fe jamás titubeó, aun, ante las amenazas.
El ritual y la oración
Coloque un billete de cualquier valor debajo de su estampa y, arriba, un platito con una vela verde. Enciéndala y récele así: “Mi Santo Expedito de las Causas Justas y Urgentes, socórreme en esta hora de aflicción y desespero; intercede por mí, junto a
Nuestro Señor Jesucristo. Tú, que eres un Santo Guerrero. Tú, que eres el Santo de los Afligidos, que eres el Santo de las Cosas Urgentes. Protégeme, ayúdame, dame fuerza, coraje y serenidad.
Pueda en lo inmediato mis deudas saldar de manera honesta y justa. Ayúdame a superar estas horas difíciles, protégeme de todos los que puedan perjudicarme.
Protege a mi familia, atiende mi pedido con urgencia. Devuélveme la paz y la tranquilidad.
Seré agradecido el resto de mi vida y llevaré tu nombre a todos los que tienen fe. Amén”.
Cuando haya terminado de decir esta oración, rece un padrenuestro, un avemaría y haga la Señal de la Cruz. En agradecimiento a la intercesión de la Virgen, obsequie la oración anterior a todas las per