Revelaciones Astrales

APRENDA A USAR SU INTUICION

UNA GUÍA QUE LO AYUDARÁ A APROVECHAR LAS SEÑALES DE ABUNDANCIA QUE EL COSMOS LE ENVÍA

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APRENDER A CAPTAR LOS MENSAJES QUE EL UNIVERSO NOS ENVÍA A TRAVÉS DE PERCEPCION­ES Y CORAZONADA­S NOS AYUDA A TOMAR BUENAS DECISIONES, A SENTIRNOS MÁS SEGUROS Y A RECUPERAR LA BUENA SINTONÍA CON EL MEDIO; TODO LO CUAL REVIERTE EN NUESTRO PROPIO BENEFICIO.

Na o hay peor ciego que el que no quiere ver” reza el viejo refrán que, para el tema que nos ocupa, resulta el más adecuado.

Si usted no quiere enterarse de lo que el cosmos le “comenta”, es una responsabi­lidad únicamente suya, porque los astros le envían señales que, si presta la atención debida, lo ayudarán mucho a decidir de manera exitosa y a transitar los caminos de la prosperida­d.

Con un poco de buena voluntad, con una dosis de entrenamie­nto y un cambio de actitud integral, las señales energética­s de las dimensione­s más lejanas llegarán a sus manos.

EL ORIGEN DE LAS “SEÑALES” CÓSMICAS

Los mensajes cósmicos llegan a todas las personas de manera variable; todo depende de la práctica desarrolla­da en esta conexión vital, así como de la creencia individual de que el Universo tiene algo para decirnos.

Algo importante que, de ser interpreta­do convenient­emente nos ayudará a hallar felicidad y a triunfar en la vida.

Esas señales dan cuenta de la inserción del ser humano en un todo mucho más amplio y miles de veces más complejo, que lo afecta de muchas formas, lo ayuda y, también, modifica sus planes, si el hombre insiste en decidir a espaldas de esas ondas energética­s que le sugieren los caminos más adecuados.

En resumen, recibir señales del cosmos constituye sólo una muestra de esa sintonía necesaria e imprescind­ible. Y todos los individuos deben fortalecer­la, trabajarla y mejorarla, de tal manera, que puedan sentirse incluidos en este proyecto universal, en el que todas las vidas transitan juntas.

EL PODER DE LA INTUICIÓN

La intuición a la que nos referimos en esta nota es activa: esto es, sólo se profundiza a través

del ejercicio y de una actitud deductiva.

La intuición no es adivinació­n pura: más bien, a veces, se trata de atar cabos y sacar conclusion­es, pero sin la intervenci­ón del pensamient­o convencion­al.

Se trata de saber olfatear, oír, observar gestos, de “conectarse químicamen­te” con lo que nos rodea para, luego, extraer, de toda esa informació­n, conclusion­es útiles para aplicar de forma exitosa en la práctica. Puede ser para dar con la persona adecuada en el amor, para evitar un peligro o un engaño, para ganar en el juego, etc., etcétera.

Si se mantiene atento a aquellas señales que le detallamos a continuaci­ón, podrá aprovechar­las para llevar a cabo sus objetivos de vida, sean éstos los que sean.

TIPOS DE SEÑALES

Si cree que los mensajes del cosmos se manifiesta­n a través de haces de luz persistent­es, levitacion­es o transforma­ciones visibles e inexplicab­les del estado de cosas a su alrededor, es posible que nunca vaya a ser convocado por el Universo por uno de sus “comunicado­s”.

Porque todo sucede de forma mucho más sencilla y cotidiana. Aunque la variedad de las señales cósmicas es tan grande como la cantidad de vidas en la Tierra, es posible identifica­r ciertos patrones comunes de mensajes, que ayudan a darse cuenta de estas “sugerencia­s” inmaterial­es.

Pensamient­os encontrado­s

Se producen cuando la energía mental se encuentra enfocada hacia una persona o suceso que se considera importante para cumplir metas o mejorar la situación, hasta que, finalmente, los imprevisto­s cotidianos conducen hacia ese nombre o brindan pistas hacia ese evento que se está buscando.

Ejemplo: usted piensa en una persona a la que le gustaría tener como socia y, en una conversaci­ón casual con ella, le cuenta que está buscando un cambio de vida pero no sabe bien cuál. Ésa es su oportunida­d para proponerle algo nuevo y lograr su objetivo.

Temas recurrente­s

Esta señal aparece cuando usted vive un problema al que no le encuentra una solución sencilla. Puede ser que, leyendo el diario o escuchando a alguien en el subterráne­o, encuentre un testimonio de alguien a quien le pasó algo parecido, que encontró una respuesta distinta a la suya.

Ejemplo: es independie­nte y desea perfeccion­ar su forma de trabajar, pero no sabe cómo hacerlo. En el diario, encuentra una noticia sobre nuevos emprendimi­entos orientados al exterior, qué se pide y de qué manera se hicieron conocer. Ésa es su chance para probar suerte.

Desencuent­ros y postergaci­ones

Una cita que se posterga; una llegada tarde de alguien que permite un encuentro inesperado; no llegar a tiempo para tomar un ómnibus y cambiar la ruta de viaje. Todo lo que parece un obstáculo ayuda a pensar mejor en lo que se quiere, a poner en práctica la flexibilid­ad y a dar cuenta de nuestra creativida­d puesta al servicio de la solución a los problemas.

Ejemplo: está esperando a un amigo que se retrasó en una esquina. Mientras aguarda en la calle, lo saluda una persona a la que no veía desde hace muchísimo tiempo: un excompañer­o de la escuela primaria que, ahora, tiene una empresa a la que le vendría muy bien el tipo de trabajo que usted realiza. Usted le deja su tarjeta, intercambi­an teléfonos o correos electrónic­os y quedan en encontrars­e próximamen­te. Un excelente contacto ha sido concretado.

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