Ejercicio N° 1
Según el investigador Edwin Kahan, el color está presente en más del 70 por ciento de los sueños, pero esta información se olvida al despertar. Esta pérdida es significativa porque los colores suministran valiosa información que, de preservarse, constituirían un valioso aporte. En su lugar nacen colores indefinidos o grises que en sus extremos de luminosidad u opacidad llegan al blanco y al negro
En el caso específico de los juegos de azar, los colores tienen un significado numérico preciso que se pierde ni bien entramos en la vigilia.
Afortunadamente es posible recuperar los colores del sueño si nos entrenamos adecuadamente para ello. Una serie de ejercicios simples y algunas visualizaciones serán suficientes para que al despertar recordemos los colores con los que hemos soñado.
CÓMO TRANSPORTAR INFORMACIÓN DE LA VIGILIA AL SUEÑO Y VICEVERSA
Este ejercicio ayuda a aumentar la percepción, especialmente la comunicación y comprensión sin palabras, y es muy utilizado por quienes creen tener poderes extrasensoriales para desarrollar todo su potencial.
Dibuje sobre cartulina 25 rectángulos de 5 cm x 7 cm. Córtelos con la tijera y proceda a dibujar las figuras conforme al modelo detallado; en total 5 cartas de cada tipo.
Listas las bajaras, podrá empezar la experimentación. Debe tener en cuenta que los primeros intentos pueden no resultar satisfactorios ya que demandarán mucha concentración. Cuanto mayor sea el número de experiencias, más se desarrollará la habilidad. El ambiente tiene que estar libre de ruidos y nadie debe interrumpir el ejercicio.
En el momento en que se disponga a dormir, baraje las cartas, ponga el mazo boca abajo y sáquelas de a una, concentrándose en el dibujo lo más relajadamente posible y sin permitir que otros pensamientos ocupen su mente. Sólo puede mirar las cartas una vez, por cinco segundos. Luego debe volver a colocarlas en el mazo en el mismo orden con que las fue sacando y dejarlas lejos de la cama. Antes de dormirse debe repetir en voz alta:
Quiero visualizar en mis sueños las barajas en el orden en que las he visto recién y con la misma claridad con que las he percibido.
Si no recuerda exactamente el orden, no debe ceder a la tentación de mirarlas de nuevo. Debe ser el sueño el que le diga la sucesión correcta en que ha aparecido cada baraja.