Raras lecturas exentas de placer
Lo dice una encuesta de Goodreads – un sitio de Internet que reúne a once millones de entusiastas lectores– citada por Diego Erlan en la edición pasada de Ñ: el 38,1 % de quienes empiezan a leer un libro lo termina, pase lo que pase. A esa cantidad de lo que podríamos llamar “lectores hasta las últimas consecuencias”, se suma un 10,6 % que lee al menos 100 páginas de un libro antes de abandonarlo y un 27,9 por ciento que lee entre 50 y 100 antes de renunciar. Es decir: casi el 80 por ciento de las personas necesita leer al menos 50 páginas para decidir que podría estar leyendo – o haciendo– algo más interesante. Sorprende – casi asusta– tanta tenacidad. ¿ Por qué apegarse a un libro que insiste en caérsele a uno de las manos? Hay pocas actividades más privadas que la lectura. ¿Qué es lo que, aun en esa intimidad, obliga a alguien a seguir con lo que no le interesa? ¿ Para qué insistir con un libro que no está listo para uno o viceversa? Una mirada a las razones del abandono tardío vuelve las cosas aún más incomprensibles: “escritura débil”, “lento, aburrido”, “argumento ridículo o inexistente” son las razones más importantes que los encuestados dan para abandonar un libro. Asombra que hagan falta tantas páginas para llegar a semejantes juicios. Pertenezco al 20 por ciento de abandonadores rápidos. Estoy seguro de que los libros que dejé de leer antes de la última página son más que los que leí completos. 62/ Modelo para armar –por nombrar uno– lo empecé y lo dejé muchas veces antes del día en que –como si hubiera sido otro libro o como si yo me hubiera convertido en otra persona– lo leí casi sin interrupción desde la primera hasta la última palabra. Fue hace muchos años. Quizá si lo tomara nuevamente hoy volvería a abandonarlo tan rápidamente como la primera vez. Que alguien deje un libro en la página diez no habla bien ni mal del libro ni del lector. Se trata de un par que funciona o no en determinado momento. ¿Cuántas noches hacen falta con alguien para decidir si querés que sea tu amante?