La musa melancólica de la poesía marginal
En 1976 la crítica brasileña Heloísa Buarque de Hollanda publica en la editorial Aeroplano de Río de Janeiro la antología 26 poetas hoje en la que reunió por primera vez a los poetas independientes del momento en Brasil, generación conocida como la del “mimeógrafo”. Uno de esos nombres fue el de Ana C. seudónimo con el que se hizo célebre Ana Cristina César, musa de los poetas marginales pero distanciada de ellos con una poesía densa, cargada de subtextos y niveles de sentido. Nacida en Río en 1952, Ana C. vivió intensa y fugazmente ( se arrojó desde la ventana del departamento de sus padres, en Copacabana, el 29 de octubre de 1983) y dejó una obra por la que se la considera “una de las mayores autoras de la generación del 80”. A casi 30 años de su muerte, se publica El método documental ( Manantial), la primera compilación argentina de los ensayos de esta escritora, donde se recorren los temas centrales de su literatura. Un viaje por la periferia y el tropicalismo. De esta forma, también, se inaugura la colección “Nomadismos”, dirigida por Teresa Arijón, Bárbara Belloc y Renato Rezende, donde se busca divulgar el pensamiento de los artistas de la vanguardia brasileña. Seguirán con Materialismos, de Hélio Oiticica, y más adelante con los escritos de Rogério Duarte.