Conflicto en Gaza
El artículo de Julián Gorodischer (Ñ, 16-8-14) obvia el conflicto palestino-israelí y se centra en las consecuencias para la población civil como resultado de esa guerra. Por lo cual tampoco yo me voy a referir ni a las causas que llevaron a esta situación ni a culpar o disculpar a las partes. Pero mi primera reacción fue: ¿Por qué discriminar a Israel por su accionar cuando en el mundo hay dramas tan o más tremendos? ¿Por qué las palabras del Papa en relación a la matanza de árabes cristianos no producen en la gente reacciones similares? Esperaba que luego de las declaraciones de Francisco, por lo menos las iglesias del mundo saldrían a repiquetear las campanas en señal de protesta.Me pareció injusta y discriminante entonces la actitud hacia Israel.Pero, por otra parte, me llenó de orgullo que el pueblo judío desde sus orígenes respetó la vida y llevó al mundo el concepto de los derechos humanos; brindamos por la vida mientras otros pueblos brindan por la salud; los Diez Mandamientos los recibió Moisés. Hillel, rabino y filósofo judío, cuando le preguntaron cómo definir el judaísmo dijo “no hacerle a otro lo que no quieras que te hagan a ti”. La humanidad espera algo distinto de nosotros. Pero debemos distinguir las razones de estado, del Estado de Israel con las cuestiones humanas en la cuales como judíos podemos sentirnos identificados. No vivimos ni votamos en Israel, es un gobierno democrático y representa la voluntad de sus ciudadanos que no están dispuestos a ir mansamente a la muerte. Y que saben que su existencia está amenazada por la declaración inserta en la Carta Magna del enemigo. Pero tampoco entiendo qué tiene que ver este conflicto con el Holocausto, la historia del tío Isaac es válida y no debe quedar relegada por esta circunstancia. Como argentino y judío no me hago cargo de las actitudes del gobierno de Israel y me causa el mismo dolor la muerte de inocentes, ocurran estas en Palestina, Nigeria, Irak, Siria, etc. Son todos seres humanos que merecen mejor destino. Por otra parte, me resulta engañoso el titular de la nota. Y demuestra no entender el profundo sentido de judaísmo como una concepción plural del pensamiento. Uno puede al mismo tiempo ser judío, ateo y no negar la existencia de Dios. Y ese concepto plural es la fuerza que ha sostenido su existencia a lo largo de siglos. Nadie puede sostener que representa al judaísmo, hay tantos judaísmos como judíos y cada uno tiene el derecho de creer que su punto de vista es el válido. Aunque pertenezco a una generación mayor que la de Gorodischer siento que hemos sido educados en hogares similares donde nos enseñaron que como judíos deberíamos ser mejores y ganarnos el derecho que la constitución nos otorgaba. Mi mamá me repetía: “un chico judío no hace eso”. Los israelíes no recibieron esos sabios consejos y dejaron los complejos de lado. ¡Qué pena! Por último, mi admiración al tío abuelo Isaac y no dudo de que es una historia que merece ser contada. Estoy de acuerdo con lo expresado por Julián Gorodischer en su nota en Ñ 568 de que Israel no representa a todo el judaísmo. El drama en Gaza es que Hamas no se hace responsable de las consecuencias de su accionar. Quizás algunos lamenten que no haya unos miles de muertos israelíes como compensación. Cuando los aliados bombardeaban las ciudades alemanas en la Segunda Guerra Mundial, también morían niños y civiles alemanes que nada tenían que ver con el régimen, pero era la consecuencia de una dirigencia asesina. Le pediría al Sr. Gorodischer que analice la similitud que existe entre la “Carta Fundacional” de Hamas y “Mi Lucha” de Hitler.