Todos los techos de la casa nacional
Hábitat y política. La historia de la vivienda es la de nuestras familias, ciudades e identidades. Liernur y Ballent pesquisan esas huellas en su libro.
Conventillos, monoblocs, barrios privados, la casa chorizo, villas y asentamientos, las construcciones modernistas, el chalet californiano: las distintas formas de la vivienda en Argentina son huellas que cuentan, a su modo, la historia política de nuestro país. De eso habla el exhaustivo estudio La casa y la multitud, de los historiadores Anahí Ballent y Jorge Francisco Liernur ( Fondo de Cultura Económica). Allí examinan cómo se interceptan el espacio íntimo y doméstico con las decisiones de Estado. Se trata de un análisis que reúne la vida privada puertas adentro con la necesidad de políticas públicas en torno de la socorrida “cuestión de la vivienda”.
Sus capítulos recorren el habitar de Argentina moderna desde las precarias construcciones del último tercio del siglo XIX hasta el surgimiento de los barrios privados en los años noventa. En medio de este arco histórico que abarca más de cien años, los autores analizan diferentes aspectos vinculados a la vivienda: por un lado, aquellos referidos a las formas de intervención del Estado o de otras instituciones: allí, entre otros temas, la cooperativa El Hogar Obrero y la política de viviendas del Partido Socialista; la Comisión Nacional de Casas Baratas como la primera forma de intervención de lo público; la emergencia de villas y asentamientos y las políticas de erradicación/ radicación. Por otro, el libro explora algunas construcciones paradigmáticas como el barrio Los Andes, el chalet californiano de los 30 o el “chalecito peronista” en Ciudad Evita, con más de cinco mil viviendas. Por último, una parte referida al imaginario colectivo sobre el habitar, reflejado en las representaciones y modelos de revistas como “Casas y jardines” o “Claudia”.