Flora y fauna Perlas cultivadas
La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla. La razón es, y sólo debe ser, esclava de las pasiones. La precisión es siempre ventajosa para la belleza, y el razonamiento riguroso para el sentimiento refinado. Vanamente exaltaríamos el uno despreciando el otro. La oscuridad es efectivamente penosa para la mente, como lo es para el ojo, pero sacar la luz de la oscuridad, por el esfuerzo que sea, ha de ser deleitable y producir regocijo. El razonar riguroso y preciso es el único remedio universal válido para todas las personas y disposiciones. El mero filósofo es un tipo humano que normalmente no goza sino de poca aceptación en el mundo al suponerse que no contribuye nada ni a la utilidad ni al placer de la sociedad, ya que vive alejado del contacto con la humanidad y está envuelto en principios igualmente alejados de la comprensión de ésta. Nada es más libre que la imaginación humana. Sé filósofo... Pero en medio de toda tu filosofía, sé hombre. La costumbre es la gran guía de la vida humana. Afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias. El más dulce e inofensivo camino de la vida conduce a través de las avenidas de la ciencia y del saber. Los errores en materia de religión son peligrosos; en filosofía son simplemente ridículos. Todo el mundo se queja de su mala memoria; nadie de su poco entendimiento.