Urbes de hoy y del futuro
Relacionarse en una ciudad superpoblada, reconocer las culturas y enorgullecerse del lugar en el que se vive fueron los ejes de un seminario.
E l papel de la cultura en la sociedad actual y el delineamiento de políticas que entienden al arte como una herramienta de transformación social fue uno de los ejes que cruzó el Segundo Seminario Internacional “Ciudades, Cultura y Futuro: hacia una nueva Agenda 21 de la Cultura”, organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) en la Usina de las Artes junto con representantes de ciudades de América Latina, Europa y Asia.
Una de las experiencias más destacadas del encuentro fue el proyecto Je Suis ( yo soy) que se lleva a cabo desde hace cinco años en Vaudreuil Dorion, una ciudad de Quebec. La que pasó de 7 mil habitantes a 37 mil en sólo 15 años y mientras que en los noventa la ciudadanía hablaba exclusivamente en francés, hoy la población franco parlante representa el 60% de los habitantes. “Je Suis fue pensado para asegurarnos de que la gente, aun con esta explosión demográfica, pudiera relacionarse, respetarse y enorgullecerse de su comunidad”, explicó Michel Vallée, director de Artes y Cultura de la ciudad canadiense.
Canadá en general y Quebec en particular cuentan con una gran inmigración.
Je Suis tuvo como objetivo reconocerse en el otro para erradicar la discriminación y fomentar el respeto por las diferencias culturales. Se trabajó con todas las edades utilizando la plástica, el cine y el arte callejero: 650 ateliers de la ciudad se pusieron a disposición del proyecto en el que cada año la participación de gente común, artistas e institucioneses masiva. “La cultura es para nosotros la herra- mienta para que la gente se encuentre, se relacione y se respete. Este seminario es muy importante porque permite intercambiar experiencias y saber lo que está pasando en otras ciudades del mundo”, señaló Vallée.
Al otro lado del océano, en Barcelona, las experiencias son similares: “Las políticas de Cultura con C mayúscula y las políticas culturales de barrio dialogan poco en Barcelona y yo creo que éste es el gran tema. Se han hecho bien los deberes pero es tiempo de articular mucho mejor estas cuestiones. Hemos cumplido bien la tarea multicultural, es decir, reconocer cada cultura y aportar recursos para que puedan estar presentes en la vida pública pero no hemos hecho tan bien la tarea intercultural de ponerlas en relación, así que ése es el desafío”, reflexionó Eduard Miralles, presidente de la Fundación Interarts de Barcelona.
Desde 2012, Buenos Aires copreside el Comité Cultural de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos junto a Lille ( Francia), Montreal (Canadá) y México DF. Fue en Barcelona, en 2004, que delineó la Agenda 21. En 2014 se realizó en Buenos Aires el primer seminario internacional “Ciudades, Cultura y Futuro” en el que se compartieron experiencias en las que la cultura era la base del crecimiento y el desarrollo de las localidades.
El segundo seminario “Ciudades y Futuro” se propuso, entre otros objetivos, repensar la Agenda 21 luego de evaluar el impacto de la anterior, entendiendo a la cultura como dimensión clave y pilar del desarrollo sostenible de las ciudades. Así como en el ámbito ambiental se está debatiendo sobre los límites del sistema capitalista en relación a la reproducción de la vida, para María Victoria Alcaraz, subsecretaria de Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, la cultura también atraviesa ese estadio: “es una transición entre los viejos modos de planificación y las nuevas formas de entender el diseño de las políticas culturales. Está bien el ocio, los museos, teatros, pero no alcanza: la cultura tiene que ponerse de pie y ocupar el espacio que le corresponde en la transformación de la sociedad”.
Según Manon Gauthier, secretaria de Cultura de Montreal y co-presidenta de la Comisión de Cultura de CGLU, este seminario sirvió para llevar a la práctica los ejes planteados en la Agenda 21 hace 10 años: “todas las ciudades tienen la oportunidad de mirar la Agenda así como sus propias realidades. Ahora lo que queremos hacer es poner las cosas en acción, que los ciudadanos puedan no sólo entender la agenda sobre el desarrollo sostenible sino llevar a cabo acciones en ese sentido, teniendo en cuenta la inclusión, las minorías y la economía sustentable”.
Artistas, gestores de la cultura y representantes de las áreas culturales de ciudades de Colombia, Brasil, Chile, México, Costa Rica, Uruguay, Canadá, Suiza, España, Portugal, Francia y Corea del Sur estuvieron presentes en el seminario que entiende a la cultura como el diálogo entre los diferentes actores socioculturales. Según Alcaraz: “Para Cultura es un cambio muy importante porque todavía resulta más fácil decir: voy a poner esta obra de teatro o exposición. Hay una vida social que hay que atender, la cultura cumple un papel muy importante y todos estamos de acuerdo en mirarla como herramienta de transformación social y no como la frutilla que adorna una torta”.