“No habría sobrevivido”, dice Rushdie
“Si Los versos satánicos se publicaran hoy, tal vez no habría sobrevivido”. Lo dijo el escritor británico Salman Rushdie, que nació en la India en 1947, publicó esa novela en 1988 y desde 1989 tiene proclamada una fatwa –ley islámica– en su contra: el entonces ayatolá Ruhollah Khomeini instó a la población musulmana a ejecutar a cualquier perso- na vinculada a la publicación del libro.
Aún hoy el estado iraní ofrece una recompensa de tres millones de dólares para quien entregue a Rushdie, que se ganó la condena del mundo islámico cuando en su novela describió la negociación de la que participa el personaje Mahound –a quien se asocia con Mahoma, el profeta del islam– para que Alá sea aceptado por un pueblo hasta entonces politeísta. A la vez, la descripción que Rushdie hace en su novela del Imán –un líder religioso– lo muestra violento y manipulador ante los creyentes.
Con ese bagaje, la publicación de Los versos
satánicos en 1988 implicó la quema de los libros en varios países y el ataque a varias de las personas que participaron en su difusión: el traductor que se ocupó de la edición en japonés murió a causa de esa agresión. Rushdie, que en 2007 fue reconocido como Sir por la Corona británica, fue entonces custodiado día y noche.
Pero con los tiempos que corren, sostuvo el novelista durante el Festival de Literatura de Cheltenham, quizá no habría podido salvar su cabeza. “El nivel de peligro habría sido exponencialmente más alto en la era de Internet: la hostilidad se puede propagar muy rápido en esta época. Todos los días, Internet se usa como una fuerza”, sostuvo Rushdie, y agregó que, en medio de esa vorágine, las amenazas de muerte podrían volverse “un lugar común” y por lo tanto, mucho más factibles.
Aprovechando la ocasión, desde el público le consultaron al autor que lanzará la novela Dos años, ocho
meses y 28 días y que ganó el Premio Pen Pinter este año si volvería a publicar su controversial libro: “Lo habría escrito. No sé si hubiera sobrevivido. Espero que no seamos tan cobardes como para no publicar más, pero hoy hay más peligros”.