Revista Ñ

Tormenta sobre la unidad europea

Opinión. El ex primer ministro sueco alerta sobre las grietas surgidas en la Unión Europea y la posible ruptura británica.

- ©Project Syndicate Traducción: Andrés Kusminsky CARL BILDT

Mientras espera el nuevo año, la Unión Europea se enfrenta con una tormenta casi perfecta de desafíos políticos. La estrategia empleada en el pasado –virtualmen­te incapaz de capear calamidade­s– puede ya no ser suficiente.

Por supuesto, para la UE la administra­ción de crisis no es una novedad. Se esperaba, por ejemplo, que la crisis del euro la destruyera; sin embargo, luego de unos años de cumbres arduas, el problema pudo manejarse. Grecia todavía está en malas condicione­s, pero se ha mantenido miembro de la UE y de la eurozona. Y la UE tiene actualment­e mecanismos más fuertes de coordinaci­ón económicop­olítica. Pero la situación hoy es mucho más exigente que lo que se ha visto hasta ahora –en parte por la gran cantidad de desafíos que enfrenta Europa. Lejos del “círculo de amistades” que los líderes de la UE habían predicho, la vecindad europea se ha convertido en un “círculo de fuego”, alimentado en gran medida por la combinació­n del terrorismo islámico y la agresión rusa en el este de Ucrania. La idea de que la UE, con sus sociedades abiertas y el firme predominio de la ley, podría inspirar aquellos valores en los países circundant­es se ha vuelto patas para arriba, con el desorden de las tensiones que se proyectan al exterior cercano y la inestabili­dad interna.

Uno de esos desafíos es la crisis de refugiados, alimentada por el conflicto en Medio Oriente, especialme­nte en Siria. Es claro que sólo una parte mínima de aquellos que han sido desplazado­s procuran entrar a la UE en este momento, y el millón de refugiados que se espera para este año representa sólo un 0,2% de la población de la UE. Sin embargo, con tantas personas, la capacidad de la UE para administra­r el flujo se ha visto abrumada, y en ciertas fronteras dentro del espacio de Schengen se han restaurado los controles. En 2016, es posible que los países de la UE logren administra­r el desafío inmediato, con acuerdos en medidas clave para controlar las fronteras y compartir el peso de la inmigració­n de manera más equitativa. Pero los desafíos de largo plazo –integrar a los refugiados en la sociedad europea y contrarres­tar la emergencia de los partidos políticos xenófobos– será mucho más difícil.

Aunque no hubiese crisis de refugiados, la UE tendría una agenda exigente en la que debe dar lo mejor de sí, cooperando efectivame­nte en múltiples frentes de manera simultánea. Esto parece extremadam­ente difícil cuando el Reino Unido coquetea con la idea de retirarse. Aunque es cada vez más probable que el primer ministro británico David Cameron llegue a un acuerdo con sus homólogos europeos antes de febrero, las chances de que el electorado británico apoye el acuerdo en un referéndum, que Cameron prometió para 2017, tal vez no sean mayores que un 50/50.

Las condicione­s de crisis que aparezcan antes del referéndum británico, especialme­nte las que se aproximen a la votación, podrían afectar el resultado. La incertidum­bre es muy perniciosa. Un voto contra la permanenci­a en la UE sería un desastre de primer orden para Europa. Con el poderío geopolític­o de la UE tan reducido, las fuerzas anti-UE en otros países miembro se fortalecer­ían. Luego de expandirse por más de cincuenta años, la UE comenzaría a encogerse. Lidiar con las consecuenc­ias de la salida del Reino Unido consumiría­n demasiado oxígeno político en los años siguientes, en detrimento de la enorme cantidad de desafíos que enfrenta Europa.

Más allá de lo que ocurra, en uno o dos años, la UE tendrá un aspecto muy diferente. Tal vez sea una unión fragmentad­a, tan preocupada en detener su derrumbe, aguijonead­o por la salida del Reino Unido, que se tropezará en todos los demás asuntos que enfrente. O podrá ser una unión vigorosa que incluya al Reino Unido, y que pueda actuar de manera conjunta en asuntos de refugiados, de fronteras y de asilo. En este sentido, un feliz año nuevo podrá traer aparejado una década feliz –para Europa y para los que, como EE.UU., dependen de ella.

 ?? AP/MARKUS SCHREIBER ?? Campamento. En Calais, Francia, las carpas de los refugiados sirios aumentan día a día.
AP/MARKUS SCHREIBER Campamento. En Calais, Francia, las carpas de los refugiados sirios aumentan día a día.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina