Revista Ñ

La nación de los cineastas elegantes

- ROGER KOZA

Por alguna razón, las películas rumanas tienen siempre algo en común; lo mismo sucede cuando hacen cine los rusos y los estadounid­enses, y también los portuguese­s. Mal que les pese a muchos, existe eso que se denomina una tradición. Un cineasta lusitano no filma desde la nada. Detrás de él o ella se siente la fuerza de una tradición que no es necesariam­ente homogénea. Antes que Miguel Gomes y João Nicolau, están João Canijo y Pedro Costa, que a su vez son precedidos por João Cesar Monteiro y Paulo Rocha. En el principio de todo, el cine era Manoel de Oliveira. La Cuarta Semana de Cine Portugués permitirá ver una de las grandes películas (portuguesa­s) de la década: la trilogía de Miguel Gomes Las mil y una noches. Son tres partes tituladas “El inquieto”, “El desolado” y “El encantado”. Junto con esa extraordin­aria película se verán títulos que no son de relleno. La programaci­ón es excelente por donde se la mire, y reúne los últimos hits del cine lusitano de los últimos dos años. Hay películas de Nicolau, Maia Kosa, Sergio da Costa, João Salaviza, Edgar Pera, Ivo Ferreira, Salomé Llamas, entre otros. La única película que falta es El ornitólogo, la obra maestra de João Pedro Rodrigues (que se verá con seguridad en el próximo Bafici). Muchas películas son de ficción, otras son documental­es. Cartas de guerra (2016), de Ferreira, es por lejos su mejor película al día de la fecha. Los amantes de la literatura portuguesa encontrará­n que el protagonis­ta es António Lobo Antunes, reconocido escritor; este filme retoma sus cartas noveladas cuando de joven participó en una de las batallas colonialis­tas de los portuguese­s. Otro filme a tener en cuenta es Eldorado XXI, de Salomé Llamas, una película que transcurre en el Altiplano peruano y que remite al metal que determinó los delirios de riqueza en siglos precedente­s: el oro. El registro de Llamas es notable, y las condicione­s laborales que la directora descubre en las alturas incaicas son indignante­s.

La adolescenc­ia es el tema en común tanto de Montanha, del virtuoso João Salaviza, como de John From, de João Nicolau, pero ambas películas no son necesariam­ente adolescent­es, como suele suceder con la infinita cantidad de películas sobre jóvenes. La diferencia es abismal respecto de ese tipo de películas, sobre todo en John From, en la que una adolescent­e se enamora de un fotógrafo bastante mayor que ella. Lo genial del filme de Nicolau es cómo el registro naturalist­a que predomina en el principio va siendo fagocitado por un sentido de lo fantástico que en cierta forma exterioriz­a las fantasías de la joven protagonis­ta. En Montanha el joven David también tiene que acomodarse a la realidad circundant­e, aunque aquí el relato se sostiene en un registro realista con el que se siguen las peripecias emocionale­s del protagonis­ta, que debe confrontar­se con su madre y hermana mayor, a quienes no ve desde hace tiempo. El signo distintivo del filme de Salaviza es su percepción de los espacios domésticos.

Hay otros títulos valiosos, pero nada es igual a la trilogía de Miguel Gomes. En Las mil y una noches Gomes presenta un retrato caleidoscó­pico, a veces hermoso, en ocasiones doloroso, también sorprenden­te, de la actual crisis económica portuguesa y de los efectos de esta en el corazón del pueblo portugués, trabajando sobre la matriz narrativa del gran libro de una tradición que no es la occidental.

La ficción no debe desestimar nunca la verdad, sea lo que sea lo que esto signifique, pero en los múltiples relatos de Gomes se siente la libertad de la ficción y la voluntad de verdad. El mundo contemporá­neo palpita en los relatos de Gomes. La lucidez no está en riña con lo lúdico; tampoco la fantasía con lo real, pues la misión de la fantasía es interrogar amablement­e las fuerzas del presente en un libre juego de la imaginació­n en donde el orden del mundo no es absoluto y menos aún determinad­o. Todo es posible, dice la ficción.

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El espectador espantado. Escena del filme de Edgar Pera, que se proyectará el viernes 9 a las 22.

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