La amistad como formación mutua
María Pia López recurre al género biográfico para rendirle homenaje al ensayista Horacio González.
una biografía porque según sus propias palabras “comprende que vivir es menos un acontecer biológico que las razones que se van acumulando para sostenerlo”. Que la mera cronología desactiva el tiempo en anécdota cristalizada, somete el acontecimiento significativo al lecho de Procusto y descuida el sentido político a través de la descripción realista.
Tributo a quien considera el mayor intelectual viviente, lo pone en situación a través de diversos avatares: su militancia política en el peronismo revolucionario de los años setenta, su exilio en Brasil donde pesquisó la aventura de leer en otra lengua, su originalísima lectura de los papeles nacionales, su legado como profesor –menos interesado en transmitir conocimientos que en dar el ejemplo de la pasión de leer en acción–, su misión política como pluma reconocible en el colectivo Carta Abierta, su novedad de novelista autor de Besar a la muerta, Redacciones Cautivas y Tomar las armas, su formidable y transformadora gestión de la Biblioteca Nacional.
Yo ya no, Horacio Gónzalez: el don de la amistad, retrato bajo el subgénero del tributo fue escrito entre dos hospitales, uno donde yacía la madre de la autora, otro donde yacía su amigo, en el primero comenzó el duelo, en el segundo el homenaje al que se salvó, un intelectual crítico en tiempos donde la figura del intelectual ha sido desactivada en la del especialista o el técnico domesticado por el estado y sus instituciones. Retrato sí, pero también autobiografía en contrapunto, Yo ya no … filosofa a la amistad como formación mutua y fuerza proteica en el proyecto político común y llamado a la movilización del pensar juntos.
López no es barroca como su maestro –un barroco que se niega a renunciar a la complejidad de la lengua, su heterogeneidad–: busca la palabra precisa, la que no podría ser sustituida por ninguna otra, es como si intentara un extracto, la miniatura de una esencia pero completa de sus más mínimos elementos.
María Pia López es quizás la única ensayista hospitalaria a todos los cruces militantes del presente: el kirchnerismo, el movimiento Ni una menos, la cultura popular, el activismo de los disidentes sexuales. En este libro reconoce un legado, lo reactiva y lo lanza como performance política, al futuro.