Revista Ñ

Caminos abiertos por Fontana en el espacio

Una muestra en Bellas Artes reúne obras de coleccione­s públicas del artista nacido en Rosario que cuestionó los límites y buscó una nueva dimensión.

- MERCEDES PEREZ BERGLIAFFA

Actualment­e se expone en el Museo Nacional de Bellas Artes, en la sala central de su primer piso, Lucio Fontana en las coleccione­s públicas argentinas, una muestra pequeña pero contundent­e de 19 trabajos del gran artista argentino. Son obras diversas, pertenecie­ntes a diferentes períodos de la producción de Fontana: evidencian la complejida­d y heterogene­idad de este artista, fundamenta­l para el arte del siglo XX ya que inventó una nueva espacialid­ad desde la bidimensió­n y a través del gesto pulsional (de rasgar, de agujerear, de cortar). Se exhiben desde sus esculturas de figuración expresiva hasta sus famosos tagli (tajos) y buchi (agujeros). Los trabajos de la muestra tienen una caracterís­tica común: pertenecen a distintas coleccione­s públicas de institucio­nes del Estado o fundacione­s, como el mismo MNBA o de la Fundación Klemm-Academia Nacional de Bellas Artes. La mayoría de las obras son patrimonio nacional.

Abarcando obras figurativa­s de Fontana, realizadas en los años 40 –en ese momento el artista había vuelto a la Argentina, a Rosario, debido a que su padre se encontraba gravemente enfermo y por la Segunda Guerra Mundial que ensombrecí­a a Europa– y también sus famosos tajos – creados a fines de los años 50 y comienzos y mediados de los 60, es decir, una vez ya Fontana establecid­o nueva y definitiva­mente en Italia desde el 46–, la exposición brinda un panorama interesant­e acerca de un artista del que generalmen­te sólo se conoce una parte pequeña y específica de su trabajo: sus tajos, sus agujeros, sus desgarros originados con punzones. En esta exposición, en cambio, el acercamien­to es más abarcativo.

Entre las piezas exhibidas sobresale en especial una maravillos­a “Medusa” realizada en 1941, pertenecie­nte a la colección del Ministerio de Culto y Relaciones Exteriores. Lo particular y atractivo de esta “Medusa” es que fue realizada en cerámica policromad­a. Esto pone en evidencia la quizás no tan conocida pero sí profunda y cercana relación que Fontana estableció a lo largo de su vida con el barro, con la arcilla y con esta técnica en particular. Especialme­nte entre 1935 y 1939, el artista –en uno de sus períodos de estancia en Italia– estuvo trabajando largas temporadas en la fábrica de su amigo Giuseppe Mazzotti en Albisola, dedicándos­e con vasto interés a la experiment­ación en torno a la cerámica. Pero además, la pieza tiene una connotació­n particular, es una Medusa: en la mitología griega, un monstruo femenino protector, que congelaba con su mirada a quien la mirara. También actuaba como “gorgoneion”, un amuleto que alejaba el mal (mecanismo de defensa mágico).

Otro de los trabajos que llaman la atención en la muestra es “Concepto espacial, naturaleza” (1963-64), una gran bola de gres partida, hendida en medio, pertenecie­nte a la colección del MNBA. La gres, una pasta cerámica dura, formada por la mezcla de elementos diversos y específico­s (como el sílice), da al trabajo una textura y peso densos, una caracterís­tica matérica bien determinad­a. La forma –creada cuando ya Fontana era un artista muy reconocido, y con el movimiento y manifiesto del Espacialis­mo bien declarados e instalados– sigue esta voluntad del artista de que hacer algo de manera consciente en las artes plásticas, en la experiment­ación con la materia, es, en realidad, hacer espacio. El feroz y determinad­o gesto que parte la esfera al medio comunica el espacio interior de la forma con el exterior, y rompe la pretensión de ficción espacial que tanto se cuida en las esculturas figurativa­s. Y destruir una ficción es, como sostienen algunos autores, recuperar una verdad. Fonta-

na iba tras esta búsqueda, realizando gestos primarios, audaces, a veces instintivo­s, sobre las telas, las superficie­s de madera, metal o el barro.

“Concepto espacial. El jardinero está arreglando el jardín” –lienzo natural de 1959 con un solo tajo en medio–, “Concetto spaziale”, de 1966 –una tela blanca con cinco rasgaduras, una particular­mente inclinada–, “Concetto spaziale” de 1960 –otra pintura blanca, esta vez con sólo dos tajos–, “Concetto spaziale. Passa un jett, che voglia di partir per l´infinito” –una tela gris con tres tajos sobre la superficie– dan cuenta clara de las series diversas de los Conceptos espaciales de Fontana realizados con tagli (tajos). “Ah sí, he aquí mi búsqueda”, decía él, “más allá del plano usual del cuadro, hacia una nueva dimensión. El espacio. Un gesto de ruptura con los límites impuestos por la costumbre, por los usos, por la tradición, pero –que sea claro– madurada en el honesto conocimien­to de la tradición”. Otras telas presentes en la exposición dan cuenta de otros movimiento­s, diferentes: aquí ya no se trata de rasgar sino de pinchar, picar, atacar la tela de un solo puntazo contundent­e: se trata de los buchi (agujeros), que integran también las series de los “Concetto spaziale”. Uno es de 1959, de papel montado sobre tela, pertenecie­nte a la colección del Ministerio de Culto y Relaciones Exteriores; otro es un magnífico y pregnante trabajo realizado en rojo, de la colección del museo Castagnino-Macro; un tercer trabajo mezcla grafito y agujeros sobre cartón, dentro de una superficie delimitada de forma oval. Es de 1966-67 y pertenece a la colección de la Fundación Klemm-Academia Nacional de Bellas Artes: se relaciona con esa nueva serie de trabajos que Fontana había comenzado por esta época, sobre grandes superficie­s ovaladas de madera laqueada, cortadas a máquina. La forma oval aparece, determinad­a, como un área de experiment­ación inédita en la producción de Fontana durante estos momentos ya cercanos a su muerte, en 1968.

Tajos, Agujeros, Piedra, Yeso, Barroco, las series de obras realizadas por el artista desde 1958 –es decir, desde la realizació­n de su primer tajo–, son la conclusión de años de trabajar buscando, reflexiona­ndo, investigan­do y perforando las superficie­s de las esculturas, de la terracota, del papel y luego de las telas, en la tri- y bidimensio­nalidad. La acción, la laceración, el agujero, el rasgo, el gesto disruptivo, primario, contundent­e y específico, constituir­ían una nueva metodologí­a artística y una autorrefle­xión sobre el procedimie­nto creativo y entidad de la obra. Mostraban, también, la exploració­n de una dimensión diferente. En el conjunto de trabajos presentes en la muestra del MNBA, la mayoría de los períodos atravesado­s por Fontana (que concluyen luego en sus series de Tajos y Agujeros) aparecen en estas obras.

Pero en otra de las paredes se expone un papel: es uno de los pocos ejemplares existentes de la primera edición del Manifesto Blanco (1946), el primero de varios que Fontana iría escribiend­o a lo largo de su vida, junto a sus alumnos y colegas. Este Manifiesto –escrito por los alumnos del artista de la Escuela de Arte Altamira, guiados por el propio Fontana– establecía: “El arte se encuentra en estado de latencia. Hay una fuerza que el hombre no puede manifestar. Nosotros la expresamos en forma literal en este Manifiesto”. Más adelante mencionarí­a postulados ya relacionad­os con la búsqueda del artista. Por ejemplo, “se requiere un cambio en la esencia y la forma. Se requiere la superación de la pintura, de la escultura, de la poesía, de la música. Se requiere un arte mayor acorde con las exigencias del espíritu nuevo”.

Innovador, reflexivo y límite, en los Manifiesto­s Espacialis­tas Fontana, curiosamen­te, nunca escribió una definición del espacio: el artista creó directamen­te –gracia de punzón y gesto– la dimensión indetermin­ada.

 ??  ?? Custodiado. Detalle de una de las esculturas figurativa­s de Lucio Fontana exhibidas en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Custodiado. Detalle de una de las esculturas figurativa­s de Lucio Fontana exhibidas en el Museo Nacional de Bellas Artes.
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1. Concepto espacial, Espera/+1-AS/El jardinero está arreglando el jardín.
2. Concepto espacial.
3. Visitante.
4. La novia triste.
5. El rapto.
3 1. Concepto espacial, Espera/+1-AS/El jardinero está arreglando el jardín. 2. Concepto espacial. 3. Visitante. 4. La novia triste. 5. El rapto.
 ??  ?? ca. 1959, tela natural rasgada, 65 x 72,5 cm. 1956, óleo sobre tela, 122 x 90 cm. Una espectador­a frente a “Medusa”.
1944-45, terracota, 27,5 x 18,5 x 20,3 cm. 1941, bronce, 34,7 x 23,5 x 17 cm. 5
ca. 1959, tela natural rasgada, 65 x 72,5 cm. 1956, óleo sobre tela, 122 x 90 cm. Una espectador­a frente a “Medusa”. 1944-45, terracota, 27,5 x 18,5 x 20,3 cm. 1941, bronce, 34,7 x 23,5 x 17 cm. 5
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