Walter Benjamin y el pensamiento profético
Con respecto a la nota sobre Walter Benjamin de Ñ 711, puedo agregar que para él, la salvación de la humanidad estaba ligada a la salvación de la naturaleza. Era un intelectual muy valiente y en las etapas difíciles de su vida, su romanticismo le hizo pensar que era el inicio de una nueva vida hasta que tomó la trágica decisión final. No fue obsecuente con nadie e intentó conciliar el marxismo con su herencia cultural judía y con las tendencias artísticas vanguardistas. Su vuelta al marxismo, en la década de 1930, se debió en parte a la influencia de Bertolt Brecht, cuya crítica marxista a la estética le permitiría desarrollar el teatro épico y su efecto de distanciamiento o efecto de extrañamiento o alienación. Su amigo Gershom Scholem, fundador del estudio académico de la Cabalá y misticismo judío, tuvo gran influencia en Benjamin. Influido por el antropólogo suizo Johann Jakob Bachofen, Benjamin acuñó el término “percepción aura”, que denota la facultad estética mediante la cual la civilización puede recuperar una apreciación del mito. Además, Benjamin analizó lo que las nuevas formas de cultura de masas existentes –la radio, el filme, la fotografía, el fotomontaje, los corresponsales de los periódicos– significaban en el esquema más amplio del mundo social, y de qué manera los fenómenos como la reproducción en masa cambiaban las relaciones de los hombres con la cultura. Siempre se hizo a sí mismo las preguntas necesarias e inteligentes, para desarrollar un pensamiento profético que, actualmente, es indiscutible.
Maximiliano Reimondi