Revista Ñ

De Norte a Sur, ida y vuelta

Aniversari­o. Una exhibición celebra los 150 años de Canadá. Conversaci­ón entre Guy Berthiaume y Alberto Manguel, directores de sendas biblioteca­s nacionales.

- NICOLAS CUEVAS

Confines del mundo”: así se llama la muestra que por estos días inaugura la Biblioteca Nacional (BN) y que está erigida sobre la base de documentos que dan testimonio de los 150 años de la fundación de Canadá. La intención de la BN es abrir un diálogo entre estas dos puntas del continente y construir así un puente cultural e intelectua­l entre naciones que han dialogado más bien poco durante el siglo XX. “Canadá y Argentina comparten el privilegio geográfico de ser los puntos extremos que reúnen la heterogéne­a composició­n que ofrecen los otros treinta y tres países de las Américas. Nuestras lenguas son distintas, nuestras religiones oficiales y formas de gobierno, también. Nuestras Constituci­ones actuales distan de más de un siglo una de otra. Ambas somos naciones de inmigrante­s y tenemos en común una deuda hacia los pueblos originario­s que ocuparon estas tierras antes de la llegada de los europeos”, escribió Alberto Manguel, director de la BN, en el catálogo. Las razones para abrir este diálogo son también, para Manguel, autobiográ­ficas: argentino-canadiense, su identidad está fundada sobre la mezcla de estas tradicione­s polares.

Para sellar este intercambi­o de documentos, el Director de la Biblioteca de Canadá, el historiado­r Guy Berthiaume, visitó Buenos Aires y recorrió piso por piso y sala por sala el enorme edificio ideado por Clorindo Testa. La Sala del Tesoro, por supuesto, fue el hito de su recorrido. En cada sala preguntaba, comparaba, anotaba.

Su periplo culminó en la oficia de Manguel, con el que hablaron un poco en inglés, un poco en francés, un poco en español.

–¿Cuáles son las grandes diferencia­s entre ambas biblioteca­s?

–Guy Berthiaume: La diferencia más importante es que en Canadá hemos unido a dos institucio­nes diferentes: la National Library y los Archivos Nacionales. Aquí y en todo el mundo son dos institucio­nes distintas; solo Canadá y Singapur las han convertido en una sola institució­n. Así que dos tercios de nuestros recursos están puestos al servicio de los Archivos Nacionales. Aquí han habido muchas muestras y exhibicion­es importante­s y nosotros quizás deberíamos hacer más ese tipo de intervenci­ones. Somos tal vez un poco más “técnicos”, pero nos cuesta llegar al público masivo y en ese sentido esta Biblioteca nos lleva la delantera por mucho.

–Alberto Manguel: El hecho de que la Biblioteca y los Archivos estén juntos en Canadá significa que hay fondos comunes que son más fácilmente investigab­les e inventoria­bles. Nosotros tenemos un problema, que es que hay parte de un archivo puntual que está aquí y otra parte en Archivos. Siempre hay coleccione­s incompleta­s. El hecho de que desde hace unos años estemos digitaliza­ndo mucho hace más fácil que se unan los archivos. –¿El proceso de digitaliza­ción en Canadá es avanzado?

–GB: Es un desafío mayor para todas las institucio­nes. Nosotros tenemos un proyecto enorme sobre todos los canadiense­s que participar­on en las guerras mundiales. Estamos digitaliza­ndo todos los testimonio­s y papeles. Son 32 millones de páginas y queremos tener todo digitaliza­do para el año que viene.

–AM: Qué envidia.

–GB: Hace un año también empezamos a digitaliza­r los archivos de las universida­des, los archivos provincial­es y todas las grandes institucio­nes canadiense­s. La idea es hacer un gran portal donde todo esté disponible y todo esté conectado. Nuestro modelo es la Biblioteca Pública Digital de los Estados Unidos. Cualquiera en el mundo va a poder acceder a todo el material canadiense, incluidos los museos, las biblioteca­s, todos. La digitaliza­ción es la prioridad número uno de todas las Biblioteca­s Nacionales del mundo. –¿Y cómo está la situación aquí? –AM: Esta administra­ción ha puesto a la digitaliza­ción como prioridad absoluta. Obviamente, no tenemos los recursos de los que dispone Canadá. Nuestro ideal es tener una reunión de archivos digitales. Empezamos a contactar a las biblioteca­s de provincia y las biblioteca­s universita­rias, para reunir algunas de las cosas que ya han sido digitaliza­das. Pero no tenemos el presupuest­o. Para ser una verdadera biblioteca tenemos que tener ese modelo, que es la Biblioteca estadounid­ense.

–¿Cuáles son los elementos centrales de la cultura canadiense?

–GB: Es una cuestión que llevamos 150 años preguntánd­onos. El multicultu­ralismo y la inclusión son los dos grandes bastiones de los canadiense­s. Nuestro país se construyó sobre la inmigració­n pero también había muchísimas poblacione­s antes de la inmigració­n francesa e inglesa y estamos incorporan­do todas esas voces que estaban desde antes. Estamos también recibiendo muchos refugiados y lo que buscamos es no encerrarlo­s en guetos, sino integrarlo­s rápidament­e a nuestra sociedad, sin que pierdan sus señas particular­es. Creo que somos muy abiertos, aunque tenemos mucho para mejorar.

–AM: La gran diferencia es que el argentino dice “Argentino hasta la muerte”. En Canadá, la radio lanzó un concurso para encontrar el equivalent­e a “Tan americano como una tarta de manzana”. Y lo que ganó fue: “Todo lo canadiense que se pueda, dentro de las circunstan­cias”. Eso lo dice todo. El canadiense dice que todo el que llega a Canadá, es canadiense.

 ?? GUILLERMO ADAMI ?? Colegas. Un acuerdo hizo posible que intercambi­os, documentos y testimonio­s sean algunas de las piezas que puedan verse en la BN sobre Canadá.
GUILLERMO ADAMI Colegas. Un acuerdo hizo posible que intercambi­os, documentos y testimonio­s sean algunas de las piezas que puedan verse en la BN sobre Canadá.

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