El revés del sueño americano en la Argentina
El primer estreno de Edward Albee no fue en Estados Unidos sino en la capital de Alemania. En los años 50, los productores que le habían cerrado las puertas en su país de origen se las abrieron luego para comprar su éxito en el exterior. Y así el “nuevo teatro norteamericano” de Albee llegaría también a nuestro país una década más tarde.
El teatro argentino, por entonces, empezaba a alejarse del realismo para incorporar propuestas con nuevos condimentos. El nuevo teatro norteamericano coincidía así con nuestro nuevo realismo –más absurdista, con los aportes de nombres como Osvaldo Dragún, Tito Cossa o Griselda Gambaro– y la camada del Di Tella, que potenciaba el antirrealismo. Albee y su énfasis en la incomunicación podía entreverse en los textos de autores como Ricardo Halac, Carlos Somigliana, Carlos Gorostiza o Juan Carlos Gené.
Muchas veces se representó a Albee en la Argentina, pero The zoo story fue la primera. Los derechos de traducción fueron cedidos a Marcelo Lavalle, director del Instituto de Arte Moderno, en 1963. En Estados Unidos, ese mismo año se estrenaba la más famosa de sus obras, ¿Quién le teme a Virginia Woolf ?, que en 1965 sería puesta en escena simultáneamente en seis países: Argentina –dos temporadas en el Teatro Regina, dirigida por Luis Mottura–, Inglaterra, Bélgica, Suecia, Alemania e Israel y Hollywood adquiría los derechos para convertirla en una película, con Elizabeth Taylor y Richard Burton. Gambaro por entonces hacía temblar la escena porteña con El desatino.