El humor como postura política
Ya desde su ciclo el nombre del FACAFF nos atrapa. Atraviesa el argot, los lenguajes y el humor. Esa sigla (Familia del Club Atlético Fernández Fierro) es también, en la oralidad ubicua del argot inglés (fuck-off ) un –como mínimo– “Tomátelas”, “Andate”. ¿Casualidad? Difícilmente, cuando el grupo que comanda el espacio tiene discos llamados Mucha mierda (nominado para los Premios Gardel en 2006) o Destrucción masiva, cuya portada muestra un piano arrojado desde las alturas, como en los brutales dibujitos animados de la Warner. El humor, entonces, como una postura política y cultural, una forma radical y vistosa de decir “qué tango hay que cantar”.
El FACAFF en su espacio, el CAFF tendrá lugar desde el 10 al 26 de agosto, del jueves al domingo de cada semana (a excepción del sábado 12 y domingo 13 por elecciones). Y de su programación hay que destacar a Quasimodo Tango (con la irresistible formación de bandoneón, piano y contrabajo, como el trío de Leopoldo Federico en los 70) y orquestas típicas como Ciudad Baigón y las versiones tangueras de Almendra por Misteriosa Buenos Aires o las de Los Redonditos por La Vidú. El humor, innegable desde los orígenes de la música rioplatense, vendrá de la mano de Los hermanos Butaca, el dúo de Rafael Varela y Pablo Marchetti, Horacio Fontova y las informes acrobacias orquestales de Bernardo Monk y su “típica atípica”. Estos últimos tres también serán, entre otros, los anfitriones y presentadores del ciclo. Asimismo, habrá una muestra a cargo de la Fundación León y Augusto Ferrari. La entrada incluye un alimento no perecedero cuyo destino es la Escuela Nº 444 de la provincia de Santa Fe.
En las antípodas de los míticos semilleros culturales como Cemento o El Parakultural, de los que escarbamos testimonios y ecos del oxígeno que tiñó una época para apenas arañar la superficie y oír con fascinación histórica el envidiable “yo estuve allí”, el CAFF será un descorche de novedades casi cada noche de agosto. De él podemos decir hoy: “Yo estaré allí”.