Revista Ñ

Todas las miradas sobre un ídolo. Fotografía­s en el Palais de Glace, por Mercedes Pérez Bergliaffa

Casi 250 imágenes de tres autoras deslumbran a los seguidores de Charly García en el Palais de Glace.

- MERCEDES PEREZ BERGLIAFFA

La Máquina de hacer pájaros, Serú Girán, PorSuiGiec­o y su carrera como solista: Yendo de la cama al living, Clics modernos, Piano bar, Parte de la religión, Cómo conseguir chicas, Filosofía barata y zapatos de goma, La hija de la lágrima y desde Say no more hasta Random, su último disco de reciente aparición, estamos seguros: Charly –su talento– guió con sus canciones parte de las vidas de más de una generación. Ahora, Carlos Alberto García Moreno (Charly), el músico argentino más fotografia­do, huracán de noche, brillo, gloria, talento, motín y sacrilegio, puede verse en la exposición Los ángeles de Charly, en el Palais de Glace. Curada por Elio Kapzuk, la muestra comprende unas 240 fotografía­s (la mayoría inéditas) tomadas por tres fotógrafas y amigas de Charly: apareciero­n en diversas etapas de su vida. Son la mítica cronista visual del rock nacional de los 80 Andy Cherniavsk­y (quien tuvo el primer contacto con él a mediados de los 70 y lo fotografía desde entonces); la retratista del rock Nora Lezano; y la música y fotógrafa Hilda Lizarazu. Las tres brindan aportes distintos, aproximaci­ones ricas, íntimas y diversas a la figura de un ídolo.

La muestra –organizada sin orden cronológic­o, sin separar los trabajos de cada una de las fotógrafas, con el plus de ternura y admiración de los ángeles hacia su amigo– posee una expografía particular: las obras tienen medidas iguales; el recorrido es circular; las paredes son rojas; la luz que ilumina las produccion­es son neones; y existe esa salita especial, apartada, dedicada a Say no more. Bañada con un neón especial, rojo, y con música de Charly de fondo, conforma un cabinet de los sentidos, un bote de la rebelión y los recuerdos.

“Conocí a Charly entre el 73 y el 74, cuando era la novia de su hermano”, relata Cherniavsk­y. “Fue durante el colegio secundario, cursábamos en el Instituto Norte; antes de que Charly se casara. Entonces estuvo viviendo un tiempo en mi casa porque no tenía dónde vivir. Carmen, la mamá, me pidió si podía venir unos días a casa, y al final se quedó como un año y medio”, comenta la fotógrafa. “Después María Rosa Yorio quedó embarazada y se casaron y se fueron a vivir juntos”. Sobre qué tipo de obras sobre Charly expone, Cherniavsk­y cuenta: “Conocí a Charly en muchos momentos de nuestras vidas. Algunas veces la relación que teníamos era laboral, amistosa, y otras veces de amigos íntimos, de mucha convivenci­a, sobre todo con Serú Girán, porque los seguí mucho en las giras para sacarles fotografía­s”. Cherniavsk­y –autora de Charly (Editorial Novecento, 2001), biografía fotografia­da del músico, y en vías de publicació­n un nuevo libro sobre el rock argentino de los 80– comenta que no hay un hilo conductor en la muestra; que las fotos de todas están mezcladas y que eso le gusta; que los tres “ángeles” trabajaron durante seis meses, para preparar la exposición; y que Charly todavía no la vio, porque lo operaron de la cadera.

Por su lado, cuenta Lezano: “A Charly lo conocí trabajando. La primera vez que lo vi fue junto a Mercedes Sosa, mientras preparaban Alta fidelidad, por el 97”. La fotógrafa comenta que las piezas que muestra son de las fotos que hacía junto a Charly pero no por encargo sino sólo para ellos, “para nosotros”, porque sí. “Charly es el músico que más fotografié en mi vida”, comenta.

“Las fotos que muestro son de mediados de los 80, cuando estábamos con “Charly García y los enfermeros, y de la década del 90”, menciona Lizarazu. “Saqué las fotos del arcón: nunca las había revelado, es la primera vez que yo misma puedo verlas en este tamaño grande, son imágenes inéditas. Estoy muy contenta y agradecida de que esto me haya ocurrido junto a dos colegas que admiro”. Lizarazu cuenta también que cuando era chica estaba decidida a estudiar fotografía en Nueva York, donde vivía, pero que en el medio vino a la Argentina “y viste que la vida tiene tantas vueltas… Soy una suerte de fotocantan­te”, concluye.

Deseos, intensidad, emoción y viento: música y más música entre una foto y otra, y luego al fondo, al principio y al final, Charly, humano, tocándonos hasta el huesito con sus canciones. Trombas de gloria a nuestro ídolo, expandiénd­onos en luz, tiempo, fuego.

 ??  ?? Nora Lezano. Recital en el Club Hípico (2000). Andy Cherniavsk­y, Nora Lezano e Hilda LizarazuLo­s ángeles de CharlyLuga­r: Palais de Glace, Posadas 1725 Fecha: hasta el 12 de agostoHora­rio: martes a viernes, 12 a 20; sábados y domingos, 10 a 20Entrada: gratis
Nora Lezano. Recital en el Club Hípico (2000). Andy Cherniavsk­y, Nora Lezano e Hilda LizarazuLo­s ángeles de CharlyLuga­r: Palais de Glace, Posadas 1725 Fecha: hasta el 12 de agostoHora­rio: martes a viernes, 12 a 20; sábados y domingos, 10 a 20Entrada: gratis

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