Un canto visual a tres voces, Acerca de la muestra colectiva de Ariel de la Vega, Mirco Marcacci y Martín Palottini
Ariel de la Vega, Mirco Marcacci y Martín Palottini combinan pintura y dibujo para ofrecer obras tan atractivas como enigmáticas e inquietantes.
La muestra Coral que se presenta en Mundo Nuevo Art Gallery, pone en diálogo la obra de tres artistas cuyos trabajos, ya desde el título, tienen por objetivo conformar un discurso que condense la propuesta en una única voz. A eso alude lo coral: a la búsqueda de la síntesis donde la suma de las partes dé por resultado un todo superador. Sin embargo, sacrificar la individualidad –golpe bajo para el ego si los hay– no implica pasar desapercibido sino, por el contrario, saberse parte imprescindible del grupo para que la performance del conjunto sea exquisita. Ingresar en la melodía visual diseñada por Mirco Marcacci, Martín Palottini y Ariel de la Vega permite encontrar las armonías en las sutilezas y los colores de esa voz propia de cada uno, esa voz que tanto los acerca así como los separa, manteniendo una tensión equilibrada.
En la obra de Ariel de la Vega ya se aprecian las constantes que hacen eco en todos los trabajos de la muestra: la inmediata falta de referencia espacio temporal, la importancia del vacío, la fuerza de la neutralidad de los fondos operando como telón y destacando el primer plano, en donde se despliegan escenas figurativas incompletas. En este caso, el artista reúne un grupo de obras de 2017 entre el formato mediano y el gran formato, todas ellas telas negras donde combina hilos dorados, acrílicos, lápices blancos, tintas y yeso. De la Vega crea un relato a partir de la superposición de escenas donde la figura humana, los paisajes citadinos y los lugares fantásticos se pisan unos a otros como intentando emerger de la maraña de información que entreteje y compone la línea que los conecta. “Trato de generar una trama, un tipo de tejido a través de dibujos copiados de viejos diccionarios y libros. Se superponen y se confunden uno sobre otro. Este gesto construye una imagen, un relato antrópico, un retrato o una escena. Es mi manera de generar una arqueología de la línea. Las líneas son como un mantra, una forma de palimpsesto identitario”, dice de la Vega.
El artista italiano Mirco Marcacci trabaja con el cuerpo: tanto el físico como aquel que creamos para manifestarnos virtualmente a través de los múltiples medios y redes de comunicación actuales. Nuevamente los espacios indefinidos y fondos neutros dan el marco a estos rostros que se conforman gracias a una fuerte impronta matérica que pareciera remitir más a imágenes pixeladas digitalmente que al universo de la pintura. Esas caras resumen las distintas identidades que el hombre contemporáneo debe asumir para desarrollarse en los vastos escenarios que transita, intentando que la indefinición del píxel no sea lo que tome la delantera y desdibuje por completo al verdadero ser, esencial detrás del personaje.
Las obras, realizadas entre 2016 y 2017 en formatos medios, combinan esmaltes sintéticos, técnicas mixtas, óleos sobre tela y madera para poner en cuestión el tema de la fragmentación evidente en la cotidianeidad contemporánea.
“Dejo que los vacíos, los deseos y todas nuestras pulsiones entren en la trama de nuestra piel, de nuestros músculos, de nuestra fisionomía –dice Marcacci–. Técnicamente todo esto se manifiesta en una pintura donde las figuras no son cerradas sino abiertas y en continua comunicación con el exterior. Las líneas de nuestros rasgos se repiten y se cruzan, se mezclan con planos, dejan espacio a agujeros negros generando caras que habitan diferentes profundidades”, explica el artista.
Finalmente, seis obras desarrolladas en los últimos meses en lápiz, acuarela, grafito sobre papel y papeles metalizados a la hoja sobre tela, integran la propuesta de Martin Palottini. Representativas de su actual línea de trabajo, algunas obras se estructuran a partir de complementar recursos y técnicas, pero otras directamente los reducen al mínimo.
Es interesante cómo explica el artista la articulación de su obra en sintonía con la de sus compañeros de exhibición: “El formato cuadrado y el recorrido del blanco del soporte son dos elementos que unifican estos trabajos. A la vez pueden ser elementos que ayuden a la integración con las obras de Ariel y Mirco que están gobernadas por el negro y no repiten formato. En un damero, mis trabajos serían las casillas claras.”
Palottini suele trabajar estableciendo contrastes formales, especialmente focalizando en el peso contundente de las ausencias, la figuración que gravita entre un realismo cuasi fotográfico y el aparente silencio de los vacios, un entorno imposible de establecer y la supremacía de la línea que, puntualmente en estas obras,
busca ser menos obvia y pasar muchas veces desapercibida.
Armonizar es quizás uno de los desafíos más complejos que enfrenta el hombre tanto en el arte en particular como en la vida en general. Coral permite que las individualidades se recorten pero siempre sabiéndose parte de un “canto integrador”, de un coro de tres. Martín Palottini, Ariel de la Vega y Mirco Marcacci, recorren el camino de la incertidumbre y le dejan al espectador la tarea de dar con un sentido para comprender lo que ven en sus obras. Ellos, desde sus espacios creativos como artistas, consideran que las obras nunca están cerradas y por lo tanto no condicionan las lecturas sino que, por el contrario, estimulan la reflexión.
Coral es una muestra que demanda acercarse asumiendo una estrategia más inteligente que buscar apoyo en la comodidad de las apariencias inmediatas.