Flora y fauna
El secreto es tener una buena pregunta. Quien es capaz de formular el problema en los términos correctos puede sostener un programa de radio, una investigación, un libro y hasta una vida. Eso lo saben de sobra Marcelo Zanelli (actor y guionista en películas como Los Rubios, de Albertina Carri, además de psicólogo) y Gustavo Varela (filósofo, ensayista, escritor y docente), que cada tercer viernes del mes realizan el ciclo “No lo tomes a mal” en el acogedor bar de FM La Tribu (Lambaré 874). Lo saben, pero pareciera no importarles en los desopilantes diálogo que improvisan, en vivo, ante más de 100 personas, en esto que no es ni una charla ni un stand up ni una performance: ellos lo llaman “Stand Down”. Enfrentados en una mesa, bajo una luz tenue, abordan problemas de lo más insospechados. Por ejemplo, si el moderador, Diego Skliar, que es también el mentor de esta conjunción herética, propone hablar de matemáticas, ellos abordan la dificultad de multiplicar por 7 y pueden desembocar en una conversación sobre “Los 7 enanitos” y de allí pasar al libro de Jonathan Crary, 24/7. “Claro –dice Varela–, 7 son los días de la semana, y 24 las horas que vas a tener que trabajar. Entonces 24 sobre 7 quiere decir que no vas a poder descansar. Vienen por el sueño: están viendo cómo invadir también tus sueños con publicidades y con deseos, para que no pares de consumir”.
Sin ahondar en la idea del libro de Crary porque, a pesar de estar rodeados por espectadores que en su mayoría realizan tareas de docencia e investigación, no les importa en lo más mínimo que los acusen de no haber leído a tal o cual autor o no haber interpretado de manera correcta tal concepto, la pareja se entrega a una especie de deriva situacionista donde lo importante es pensar la vida (“ese fluir que en realidad está todo trabado”) sin perder el humor.
Por eso el coordinador del ciclo, Diego Skliar (que también los tiene como columnista en su programa radial
“La mar en coche”, que sale al aire los días de semana de 10 a 12 hs por FM La Tribu), más que moderar, arenga: propone aprovechar la situación que se denuncia en 24/7 para “sponsorear los sueños, así cuando despertás tenés la cuenta del banco cargadita”. Pero entonces Zanelli, que si hay algo que sabe es recoger el guante, pregunta, entre risas, “¿qué cuenta?”, y la cuestión deriva hacia el requerimiento de los bancos de tener un “alias” también para el CBU. “¡Así no se puede vivir!”, dice Zanelli, que también fue guitarrista del grupo de rock experimental Suárez, junto a Rosario Bléfari.
En esta serie de desvaríos filosóficos fundamentados en la observación de la vida cotidiana también se puede afirmar, por ejemplo, que “no se puede competir y ser solidario al mismo tiempo, excepto en aquellos campos cuyas reglas sean las de la competencia”. Entonces Zanelli pone el ejemplo de un jugador de fútbol de Boca, Lucas Viatri, que fue procesado por la justicia por no aceptar las reglas de la jungla social, pero que cuando le sacan tarjeta roja se va del campo de juego sin chistar. ¿Por qué? Porque hay un acuerdo sobre las reglas que en la vida social, liberada al mercado y al consumo, ya no existe.
Las preguntas nunca son cómodas: no pueden responderse de taquito. Y si una deja lugar a la respuesta obvia, las reglas de “No lo tomes a mal” imponen proponer lo contrario de lo que se esperaba. Por ejemplo, a la pregunta “¿Deberíamos ampliar el ritual de la muerte de manera tal que nunca pase desapercibida?”, la respuesta –a pesar de lo tedioso que suelen ser los velorios– es “sí, claro”. Porque, dice Zanelli, “El ritual que se hace en un cementerio privado se parece mucho a una salida de golf ”.
Zanelli cuenta que conoció a Varela en un viaje a Jujuy, donde ambos debían dar clases y no tuvieron más remedio que compartir habitación. “Yo estaba preocupado porque por ahí te toca con uno que usa piyamas, o por ahí, como me pasó, con un tipo que sale desnudo del baño y se queda fumando al lado tuyo, tirado en la cama”. Sin duda, en esta dupla la patafísica metió la cola, creando soluciones imaginadas para problemas inexistentes.