POR CORREO POSTAL
Felicito a Revista Ñ por publicar en su número 749 (3/2/18) un excelente artículo de Francisco García Bazán sobre las dificultades de traducción del texto de Mateo 6:13 sobre la tentación. Al acertado análisis del erudito mencionado, a quien tuve la oportunidad de tratar cuando ambos participamos en el Simposio Helenismo Cristianismo I, organizado en 2008 por la Universidad de General Sarmiento, quisiera sólo hacer una observación adicional vinculada con mis varios años de experiencia en la enseñanza de Griego y Exégesis del Nuevo Testamento en el Seminario Internacional Teológico Bautista. La misma consiste en señalar que el verbo griego (traducción interconfesional) está conjugado en aoristo del subjuntivo activo, construcción gramatical utilizada habitualmente para indicar prohibiciones; pero que, según el contexto, puede estar referida, como en el siguiente caso, a una petición o ruego con un sentido ingresivo. De allí que, coincidiendo con la interpretación del papa Francisco y de García Bazán, el reconocido erudito anglosajón
A. T. Robertson haya propuesto interpretar el texto aludido en los siguientes términos: “No permitas que seamos conducidos...”). Y que yo personalmente proponga en mi libro “Jesús, el Maestro de maestros” la siguiente lectura:
“No nos permitas caer”.
Raúl E. Rocha Gutiérrez