Revista Ñ

El rostro de un seductor, detrás de sus actrices, por Richard Orange

Centrado en 1957, año paradigmát­ico en la vida de Ingmar Bergman, “A Year in a Life” examina la relación del cineasta con las mujeres, delante y detrás de cámara.

- RICHARD ORANGE

Un nuevo documental que se estrenará para el centenario del nacimiento de Ingmar Bergman –que se cumple este año– examina las relaciones sexuales que el guionista y director de teatro y cine sueco tuvo con casi todas sus actrices y detalla sus defectos como marido y como padre. La película de Jane Magnusson, Bergman: A Year in a Life (Bergman: un año en una vida) sucede al documental de 2013 de la misma directora, también sueca: Descubrien­do a Bergman, en el que cineastas renombrado­s como Martin Scorsese y Woody Allen valoran la obra de Bergman.

La película es una de las cinco encargadas como parte de las 100 Celebracio­nes de Bergman que se llevarán a cabo a lo largo de todo el año. Aniversari­o en el que, además de los filmes, se realizarán más de cien eventos en todo el mundo. A Year in a Life apunta a ver al hombre detrás de las películas y echar una mirada inquebrant­able a un héroe nacional. “Han habido muchísimos documental­es sobre Bergman pero todos han puesto el foco en ‘el gran artista’”, señaló la directora. “Al menos en Suecia, ha sido difícil ser críticos con él en todo sentido”. El documental de dos horas está en etapa de posproducc­ión y, si es aceptado, se estrenará en mayo en el festival de Cannes antes de su lanzamient­o en cines de Suecia en el verano europeo. Y en diciembre, la televisión sueca emitirá una versión más extensa de cuatro horas, dividida en cuatro partes.

El documental se centra en 1957, al que Magnusson llama “año loco de Bergman”, cuando produjo sus dos obras maestras: Cuando huye el día y El séptimo sello, dirigió su primer filme para televisión y montó cuatro obras de teatro, entre ellas Peer Gynt de Ibsen, que hasta entonces se considerab­a casi imposible de poner en escena. Pero también fue el año en que conoció a Käbi Laretei e Ingrid von Rosen, que llegarían a convertirs­e en su cuarta y quinta esposa, a la vez que se zambulló en un intenso affaire con Bibi Andersson, actriz protagónic­a de sus dos películas de 1957. Comprensib­lemente, su matrimonio con la periodista y lingüista Gun Grut se caía a pedazos y Bergman apenas veía a los seis hijos que había tenido ya con tres mujeres diferentes.

Magnusson rastreó diversos archivos para hacer la película y descubrió una entrevista con el hermano mayor del cineasta que echa dudas sobre la versión de Bergman sobre su crecimient­o y sus relaciones. El equipo del filme también entrevistó a más de cincuenta personas que trabajaron con Bergman, incluidas la cantante y actriz estadounid­ense Barbra Streisand –con quien intentó hacer una película en la década de 1970–, la amante, amiga y colaborado­ra Liv Ullmann y otros actores y directores suecos como Gösta Ekman, Mikael Persbrandt, Roy Andersson y Pernilla August.

“Bergman tuvo una cantidad tremenda de mujeres y muchas eran dependient­es de él –eran actrices suyas– y en Suecia a nadie se lo mira seriamente por eso, pero yo creo que es algo que deberíamos mirar con seriedad”, dijo Magnusson, quien añadió que esperaba que los admiradore­s de Bergman estuvieran mejor dispuestos a conocer los errores del gran director después de las revelacion­es del año pasado sobre el aprovecham­iento sistemátic­o de las actrices por parte del productor de Hollywood Harvey Weinstein, que disparó la campaña #MeToo en los medios sociales. “Ya habíamos terminado gran parte de nuestra película cuando #MeToo surgió; de todas maneras, ese es un tema que encaré en el filme”, contó.

De acuerdo con Magnusson, el nivel de intimidad que Bergman demandaba de actrices como Andersson hoy sería visto como explotació­n, pero sospecha que el estatus del cineasta era tal que, incluso si hubiese estado vivo durante la proliferac­ión de revelacion­es de acoso sexual del último año, hubiera podido escapar de todo eso intacto. “Hoy en Suecia hay personas que pierden su trabajo por faltas menores. Se rumorea que hizo cosas peores, pero, nuevamente, era Bergman. No sé si la gente se atrevería a acusarlo de nada”, apuntó. Que ni Ullmann, ni Andersson ni ninguna de las otras actrices de sus películas lo hayan acusado nunca de inconducta sexual no significa, según Magnusson, que Bergman quede libre de culpa. “Es el comportami­ento de un hombre con mucho poder. Si sos actriz y él te posterga durante un año y te enojás y lo denunciás, te quedás fuera de la profesión, y eso para mí es el porqué de #MeToo”.

Sin embargo, Ullmann, la actriz y directora noruega que quedó embarazada de Bergman poco después de terminar el rodaje de Persona –su primer filme con el director–, ha manifestad­o siempre gratitud. “Por primera vez encontré un director que me permite expresar emociones y pensamient­os que nadie había visto antes en mí”, confesó la actriz en el estreno de la película en 1966. Y en septiembre pasado, durante una ceremonia realizada en Londres en la que estuvo a cargo de la presentaci­ón del centenario, le atribuyó al cineasta el mérito por el modo en que había “enriquecid­o” no sólo su vida, sino a todo un mundo.

En Infidelida­des, dirigida por Ullmann en 2000 sobre un guión escrito por Bergman, se describe un cuadro muy poco favorecedo­r de las aventuras adúlteras del director respecto de su esposa Grut. “Es una imagen horrible de cómo se maneja él en esa relación”, dijo Magnusson. “En sus películas es súper honesto acerca de sus defectos, y quizá esa sea la razón por la cual sus filmes son tan geniales”.

Por eso a Magnusson le interesó también reconocerl­e a Bergman el mérito por los roles excepciona­lmente fuertes e inteligent­es que creó para sus actrices. “En muchas de sus películas hay personajes femeninos extraordin­arios y tenemos que agradecérs­elo, porque estaba completame­nte solo para armar elencos de esa manera”, señaló. “Sus relaciones personales con las mujeres no concuerdan con su respeto por ellas en la pantalla”.

La directora del documental se esforzó por destacar que su documental no pretende ser “una película demoledora­mente crítica sobre Bergman”. “Quise hacer un filme que lo homenajear­a, una película sobre él, sobre 1957, porque es asombroso lo que hace en ese momento, pero también para mostrar el costo de trabajar tanto”, señaló. “Creo que es el sueco más interesant­e de todos los tiempos. Tan solo su producción constante de películas, obras de teatro y escritos, al menos en nuestro país, no tiene precedente­s”.

 ?? AP ?? Romance. Luego de “Persona” (1966), Liv Ullman rodó diez películas más con Bergman, con quien tuvo una hija: la novelista Linn Ullmann.
AP Romance. Luego de “Persona” (1966), Liv Ullman rodó diez películas más con Bergman, con quien tuvo una hija: la novelista Linn Ullmann.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina