PERLAS CULTIVADAS

Sabemos que el presente está en la balanza y que se cumplirá. La hora del valor marcan nuestros relojes y él no nos abandonará.

Sí, para nosotros es tierra en los zapatos. Sí, para nosotros es piedra entre los dientes. Y molemos, arrancamos, aplastamos esa tierra que con nada se mezcla. Pero en ella yacemos y somos ella, y por eso, dichosos, la llamamos nuestra. Las hojas de este sauce en el siglo pasado se murieron, para brillar cien veces más lozanas en la forma de un verso.

No soy de esas que abandonaron la tierra a merced de los enemigos. Sus halagos me dejan fría y mis canciones no son para que las alaben ellos.Esta es la canción de la última cita. Eché una mirada a la casa sombría. Tan sólo en la alcoba ardían las velas con una llama indiferente y mustia.

Los caminos prohibidos se han cruzado. Llevamos el paraíso como una cadena bendita. Miramos en él como en un aljibe insondable, más profundo que los libros admirables que surgen de pronto y lo contienen todo.

Me pareció que las llamas de tus ojos volarían conmigo hasta el alba. No pude entender el color de tus ojos extraños. Todo alrededor palpitaba.

Era una época en la que sólo los muertos sonreían, felices en su quietud.

Italia es un sueño que siempre vuelve a lo largo de tu vida.