Creador de teoría y práctica para la liberación.
Homenaje a Theotonio dos Santos, uno de los mentores de la teoría de la dependencia
En las fotos suele aparecer en simpática pose de buen profesor, casi estereotipado en el gesto bonachón; entre la formalidad de corbatas anchas, con el descuido de quien las usa por pura formalidad necesaria; barba, y sonrisa. Muchos de sus discípulos lo recordarán así. Esta semana, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales comunicó el fallecimiento, en Río de Janeiro, de Theotônio dos Santos, uno de los grandes intelectuales latinoamericanos contemporáneos, ligado a la fundación de dicha institución hace ya 50 años. Nacido en la ciudad de Carangola, Brasil, en 1936, su influencia fue clave en varios países. Licenciado en Sociología y Política en administración pública por la Universidade Federal de Minas Gerais, Doctor en Economía, realizó también la maestría en ciencia política por la Universidade de Brasilia. Según la doctora en Ciencias Sociales Karina Bidaseca (Conicet-IDAES) fue uno de los más importantes intelectuales y conocedores de la obra de Marx, ineludible para interpretar el mundo latinoamericano. Y, sobre todo, uno de los mentores de la teoría de la dependencia, junto a Gunder Frank, a quien conoció como profesor visitante en Brasil, y Mauro Marini. Ha sido profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la Universidad de Norte de Illinois, de la Universidad de Estado de New York, de la Universidade Federal de Minas Gerais, de la Pontifícia Universidade Católica de Minas Gerais, entre otras. También fue editor y fundador de “una gran revista, Perspectivas latinoamericanas”, explica Bidaseca. Su libro Imperialismo y dependencia, editado en 1978 en México, es “uno de los clásicos de las ciencias sociales en la región y marcó su proyección internacional”. Su compromiso entre la teoría y la praxis lo obligó a exiliarse en Chile en los 60, “momento de fusión entre el mundo de las ideas y las posibilidades de transformar las relaciones de dominación imperantes”, sostiene Bidaseca y recuerda los debates en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. “Las ideas no mueren, su pensamiento estará presente en los cambios actuales por el logro de proyectos alternativos al capital”, finaliza.