Modos de ver La elegida del editor Perlas cultivadas Hashtag
La empresa estadounidense de juguetes Mattel descubrió amargamente hace días que salir del modelo “rubia tarada” no es tan fácil como parecía. Después de fabricar y vender durante décadas millones de muñecas Barbie y tomando nota de que la nueva época alumbrada por movimientos feministas en todo el mundo no es –para decirlo aterciopeladamente– la adecuada para promover una imagen de mujer sumisa y asentada en cuestionables cánones de belleza, Mattel esperó al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para anunciar el switch y presentar en Nueva York una propuesta acorde con los tiempos que corren: una nueva línea de muñecas bautizada “Mujeres que inspiran”. Tres de las primeras figuras elegidas para la nueva serie fueron la física, matemática y científica espacial estadounidense Katherine Johnson; su compatriota, la aviadora Amelia Earhart –primera mujer en sobrevolar sola el Atlántico–, y la artista mexicana Frida Kahlo. El problema es que tanto la empresa como la familia de la pintora aseguran ser los dueños de su imagen. “Nos veremos en la necesidad de tomar las medidas necesarias para salvaguardar los derechos de propiedad intelectual que nos asisten sobre la imagen de Frida Kahlo”, dijo la familia en Twitter. Según la familia, Mara Romeo, sobrina nieta de Kahlo, es “la única titular de los derechos de la imagen” de Frida y la persona facultada para autorizar su uso. Pero además Romeo declaró que el problema no se limita a una disputa sobre los derechos de imagen. “Me gustaría que la muñeca tuviera más los rasgos de Frida, que fuera cejijunta, que representara todo lo que representaba mi tía: la fuerza... que nos represente a México, que sea una Frida, un estandarte de lo que es México”.
La empresa, por su parte, dijo en un comunicado que “había establecido una alianza con Frida Kahlo Corporation, la propietaria de todos los derechos relacionados con Frida Kahlo”.
El conflicto tiene sus costados grotescos. La actriz Salma Hayek, quien no tuvo inconveniente en encarnar a la pintora en Frida, filme hollywoodense de Julie Taymor, se preguntó en un posteo en las redes sociales: “¿Cómo han podido convertirla en eso? No puedo creer que hayan hecho una Barbie de nuestra Friducha, que nunca trató de parecerse a nadie y siempre celebró su originalidad”, criticó en un post. Fuentes allegadas a la empresa desmintieron extraoficialmente el reemplazo de Ken, histórico compañero de Barbie, por el pintor mexicano Diego Rivera.