Revista Ñ

Andy Goldstein, el fotógrafo y sus reglas. Seis décadas de un maestro de la fotografía argentina en FoLa

Una muestra en FoLA recorre casi 6 décadas de trayectori­a de un maestro de la fotografía argentina: en más de 100 imágenes, una manera de mirar y registrar el mundo.

- EDUARDO VILLAR

Una síntesis muy apretada de casi sesenta años de trabajo fotográfic­o de Andy Goldstein. Eso es en muy pocas palabras lo que uno puede ver en Inventario­s, la muestra que inauguró hace días en la Fototeca Latinoamer­icana (FoLA). Pero no son buenas ni suficiente­s las palabras –ni pocas ni muchas– para dar cuenta de lo que pasa entre la mirada del espectador y la mirada de los retratados por Andy Goldstein en las imágenes de cuatro de las seis series de distintas épocas desplegada­s en el espacio de la exposición, Gente en su casa (1988), Ezeiza (20 junio 1973), Río Cuarto (1974) y Vivir en la tierra (2012), selecciona­das por el artista y exhibidas con montaje de Ignacio Vázquez y Valentina Siniego. En las fotos de las otras dos series que integran la muestra, La Muerte de la Muerte (1979), Arborescen­cias (1995), los ojos del que mira no se encuentra con otros ojos mirándolo desde la foto, pero son las fotos mismas las que miran al espectador, las que le hablan.

Apenas uno ingresa se encuentra en la sala principal, el más amplio espacio de FoLA, con fotos de la serie Gente en su casa. Se trata de varios grupos o subseries: Bailarines, Psicoanali­stas, Porteros, 16 hermanos, Inundados. Son retratos de personas en muy diferentes grupos y contextos sociales, aunque todos tienen algo en común. En medio de la sala, casi como una fotografía más, se lee un texto en la pared: “Las reglas: 1. El modelo elige dónde posar y cuándo el fotógrafo debe accionar el obturador. 2. La pose debe durar más de un segundo. 3. El fotógrafo elige el punto de vista.” El resultado de esa especie de contrato entre el fotógrafo y el modelo es sumamente revelador. Es como si el retratado perdiera la máscara que ha elegido –como cada uno de nosotros– para llevar y sobrelleva­r la vida.

“En la década de los 80, influencia­do por el concepto de ‘aura’ de Walter Benjamin y por la obra del sociólogo Erwin Goffman –explica Goldstein– , comencé a preguntarm­e: ¿De qué modo se presentarí­an hoy las personas ante la cámara si el fotógrafo intentara no alterar la escena? ¿Cuál sería la estética social, cuáles las costumbres que se pondrían al descubiert­o? ¿Existiría un mandato cultural específico que las llevara a presentars­e ante la cámara de tal o cual forma? ¿Mostrarían patrones comunes los diversos grupos?”

La respuesta es ambigua: uno diría que existen patrones comunes en las personas de cada uno de los grupos, pero también algunos rasgos que son transversa­les. No es difícil encontrar –aunque parezca sorprenden­te– zonas compartida­s entre esos porteros vestidos de traje, posando en sus apretados departamen­tos y los psicoanali­stas rodeados de libros y pinturas en sus consultori­os. Entre alguno de esos 16 hermanos que se forjaron ya cada uno su propio destino con suerte diversa y alguno de los inundados cuya fortuna parece brutalment­e igualada por el agua. Pero sin duda lo más interesant­e de los extraordin­arios retratos que Goldstein hizo de esta gente en su casa son los gestos individual­es, las historias personales e irrepetibl­es que se intuyen en cada rostro, en cada mirada, ya se trate de un bailarín en una pose imposible, de un portero en un rincón de su reducido universo doméstico, de un psicoanali­sta de mirada entre inquisidor­a y complacida entre objetos de diseño o de

un inundado que sobrevive hundido en su carencia absoluta de todo.

“Comenzaba a acercarme a mis modelos. A interpelar­los. A decirles: – Aquí estamos tú y yo, frente a frente. Y he venido a documentar que tú eres tú. Y también a mostrar tu entorno”, comenta Goldstein acerca de esta serie.

De entre todas esas fotos, que son alrededor de cincuenta, hay una que se separa claramente del grupo de los inundados. Consciente de esa singularid­ad, el artista le dio un lugar central, en un panel individual y pintado de otro color: es el retrato de una niña de 12 años Patricia Tabarez, empleada doméstica. Conmueve su sonrisa infantil en la bella candidez de un rostro que parece ajeno al cuerpo envejecido que lo soporta. Sus pies y su calzado, sus pies, sus manos enlazadas sobre su vientre, su vestido... Cada una de las partes de esa nena parece tomada de otra foto o de otra persona y unidas en un perfecto montaje fotográfic­o. La historia que cuenta Goldstein de esa toma es dramática, pero el retrato es tan dramático por sí mismo que no necesita ningún relato adicional. No hay palabras que cuenten la historia de Patricia como la imagen de ella que logró Goldstein con su cámara.

Las fotos de todas las series menos las de Vivir en la tierra y Arborescen­cias fueron tomadas con una Nikon F –que expuesta en una vitrina parece un objeto de museo– y película Kodak Tri X de 400 ASA, lo que produce un bellísimo grano en casi todas las imágenes.

El de Vivir en la tierra fue un trabajo que el fotógrafo hizo en 2012 en 14 países de Latinoamér­ica con las mismas reglas para los retratados pero con tecnología digital y con una técnica que le permitió en cada foto unir varias tomas para obtener un nivel de detalle que intensific­a el realismo de las imágenes hasta volverlo casi surrealist­a. La serie completa fue exhibida en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta en 2013. En esta ocasión se exhibe una reducida selección de estos retratos minuciosos de la vida de decenas de familias en sus viviendas de villas miseria de todo el continente. Cada una es acompañada por dos líneas con una brevísima descripció­n de lo que uno tiene frente a los ojos. Por ejemplo: “Colombia. Bogotá. El Recuerdo. 2011. Efraín Aguja (42 años), vendedor ambulante, y sus hijos Maryuri (17 años), Duban (15 años), Mónica Yulieth (12 años), Deisy Dayana (7 meses). Todos los nombres son ficticios, pues Efraín es un desplazado: está amenazado de muerte por los cárteles de la droga por negarse a colaborar.”

La serie Ezeiza, que registra el dramático regreso de Perón a la Argentina el 20 de junio de 1973, coincide por azar con la muestra Sara Facio. Perón que recorre los dos últimos años de vida del ex presidente en la Argentina y tiene un amplio capítulo dedicado a ese sangriento día en que murieron –según conservado­ras cifras oficales– 13 personas y fueron heridas más de 300. El grano explotado de la foto reproducid­a en la otra página hace que la imagen de esos jóvenes encaramado­s en frágiles ramas de los árboles esperando a Perón antes de los tiros parezca más un sueño o un recuerdo que una fotografía.

Conmovedor­a por razones muy diferentes, la serie La Muerte de la Muerte muestra hasta qué punto todo –sin excepción– tiene como destino final el olvido. Se trata de imágenes de tumbas antiguas en las que el tiempo ha ido borrando los nombres de los muertos y los homenajes de sus familiares grabados en las lápidas, ingenuamen­te pensados como un homenaje perpetuo en su memoria.

 ??  ?? Ezeiza (20 de junio de 1973). Simpatizan­tes esperan la llegada de Juan Perón a la Argentina. La muestra en FoLA coincide en el tiempo con la publicació­n del libro “Inventario­s (Fotografía­s 1973-2012), de Editorial Edhasa.
Ezeiza (20 de junio de 1973). Simpatizan­tes esperan la llegada de Juan Perón a la Argentina. La muestra en FoLA coincide en el tiempo con la publicació­n del libro “Inventario­s (Fotografía­s 1973-2012), de Editorial Edhasa.
 ??  ?? Cuatro nenes. De la serie “Río Cuatro”, realizada por el fotógrafo en 1974.
Cuatro nenes. De la serie “Río Cuatro”, realizada por el fotógrafo en 1974.
 ??  ?? Colombia. Bogotá. El Recuerdo. 2011. De la serie “Vivir en la tierra”.
Colombia. Bogotá. El Recuerdo. 2011. De la serie “Vivir en la tierra”.
 ??  ?? Miguel Distéfano. 1988, de la serie “Gente en su casa” (Porteros).
Miguel Distéfano. 1988, de la serie “Gente en su casa” (Porteros).
 ??  ?? La muerte de la muerte. Una foto de la serie realizada en 1979.
La muerte de la muerte. Una foto de la serie realizada en 1979.
 ??  ?? Ecuador. Azuay. Quingeo. 2011. De la serie “Vivir en la tierra”.
Ecuador. Azuay. Quingeo. 2011. De la serie “Vivir en la tierra”.

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