Sobre un pensamiento de Helen Keller
Según figura en la sección Perlas cultivadas de Ñ 764, Helen Keller manifestó “No quiero la paz que sobrepasa todo entendimiento, quiero la comprensión que trae la paz”. Dado que la escritora mencionada atribuía su temple para sobreponerse a sus limitaciones físicas a su fe puritana, no creo que debamos interpretar sus palabras como si se opusieran al pensamiento que expuso el apóstol Pablo en su epístola a los filipenses (4:6) y a la que hace alusión mediante la frase “la paz que sobrepasa todo entendimiento”. Sin embargo, es posible que enfrentando una vida dura y una lucha titánica a favor de los no videntes, creyera que a veces se puede espiritualizar la manera en que Dios nos da paz y considerara pertinente relacionarla con la difícil convivencia que debemos llevar adelante los seres humanos. Quizás la mejor forma de armonizar el pensamiento bíblico con el de Keller sea recordar que posteriormente a la frase aludida por ella, el texto bíblico dice, según la Versión Popular Dios Habla Hoy, “y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús”. Ahora bien, como explica “Una iglesia gozosa” (Dunken, 2012), de mi autoría: “Que la paz de Dios cubra los pensamientos significa que la mente del que es cristiano estará siempre en condiciones de analizar con toda profundidad para tomar las mejores decisiones en las distintas áreas de la vida”. Y parte de esas decisiones giran en torno a comprender mejor a nuestros prójimos para estar en paz con los mismos. Algo que resulta muy necesario en una sociedad tan llena de conflictos nacionales e internacionales como la nuestra. Raúl Rocha