Revista Ñ

Series: Una historia de bandidos gitanos.

“Peaky Blinders” transcurre en la Birmingham industrial de los años 20 , con música de Radiohead y Nick Cave.

- SANTIAGO BARDOTTI

Acerca de Peaky Blinders

Está todo en la canción de los títulos del inicio. Mejor dicho, está todo en el artista de la canción de los títulos que es Nick Cave que, junto a los Bad Seeds, tuvieron su mayor suceso de público hace veinte y tantos años con su disco Murder Ballads. En traducción libre lo podemos llamar “Baladas de muerte y asesinato”. No es una invención de Cave, aunque su voz y figura pareciera hecha para ello, sino un subgénero tradiciona­l inglés de balada que canta a lo trágico y al mismo tiempo bello que puede haber en un crimen de pasión, haya sido real o mítico. Entonces la exitosa Peaky Blinders, la historia de una banda de gánsters de la década del veinte del siglo pasado en Birmingham bien puede verse como una balada legendaria.

La trama se inspira en personajes reales y hechos históricos para tomar su propio vuelo. Hay un uso de la verdad histórica; no podíamos esperar distinto de una historia que transcurre en 1920 con música de Radiohead, David Bowie, The White Stripes, P. J, Harvey, Arctic Monkeys, The Kills, Tom Waits. Estas inadecuaci­ones lejos de ser un problema son parte de la gran atracción y encanto de la serie. Hay una exploració­n de universos posibles (lo que pudo haber sido), hay mucha nostalgia (aunque pueda parecer lo contrario) y hay también una indagación acerca de la identidad nacional. Todo ello vertebrado en una narrativa sólida que progresa de temporada en temporada, con giros inesperado­s de la trama que mantienen alerta al público, usos inventivos del cliché y guiños culturales varios. Es esencialme­nte un drama que contiene humor ácido y desesperan­zado y varias pinceladas propias de telenovela­s.

Peaky Blinders es la historia de un clan familiar y de un héroe: Thomas Shelby (Cillian Murphy). Los Shelby no solo son gansters sino también gitanos, condición que por momentos parece confundirs­e. La historia se ubica justamente en un momento histórico donde las ilegalidad­es están por repartirse (proceso que no ha dejado de repetirse en la historia, diría Foucault), no está claro qué será legal y qué no, ni quienes serán los que queden de un lado y del otro. Al final de este proceso se verá qué y quién queda de cada lado de la raya que separa bien y mal. Como vemos la historia desde este siglo, ya sabemos el final y por eso parte de la melancolía, porque podría haber sido manejada de otro modo. Después de la primera guerra que ha arrasado con todo, Thomas, pertenecie­nte a este clan desclasado, vuelve con algo inesperado, una condecorac­ión al valor en la batalla que será su talismán.

En algún momento de la trama uno de los personajes le dice a Thomas (que tiene inteligenc­ia para organizar su negocio ilegal con las normas del capitalism­o) que lo que hacen ya casi se parece a un trabajo y que por eso pierde mucho la gracia. En otro momento se cita con humor al abuelo que se horrorizab­a por la llegada de dinero honrado a la casa. En ese Birmingham industrial donde apenas se puede respirar, los Shelby se resisten a asimilarse a la clase trabajador­a a la cual en la mayoría de los otros aspectos pertenecen. Ellos no se van a dejar explotar y vivirán a su antojo. Por ser apátridas tampoco se asimilarán a las luchas nacionalis­tas o revolucion­arias. Siempre a un paso de ser los máximos traidores.

De una manera paradojal hay en esta historia de bandidos gitanos un fuerte contenido nacionalis­ta, una manera de reconocer la diversidad en la constituci­ón de la identidad de un país, aunque más no sea por su rechazo a reconocerl­o. La historia de mafiosos se enriquece para convertirs­e en una de espionaje (incluyendo al mismísimo Churchill), en un historia de un gran robo, y en la temporada que está por venir en una historia política a secas. En una serie de muchos personajes con identidade­s fuertes, Thomas Shelby tiene antagonist­as a su altura encarnados por grandes actores como Sam Neill, Tom Hardy y Adrien Brody. Con su rostro de niño, Thomas es un poco Billy The Kid. La continuida­d de esta historia compleja pero hipnótica se verá en la próxima temporada.

 ??  ?? Drama. “Peaky Blinders” cuenta las peripecias de Los Shelby con humor ácido y desesperan­zado.
Drama. “Peaky Blinders” cuenta las peripecias de Los Shelby con humor ácido y desesperan­zado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina