Beyoncé consagrada en el Louvre
Beyoncé y Jay-Z en el Louvre. Un cruce cultural tan polémico como atractivo. Apeshit, un video de más de 6 minutos ha invadido la web esta semana en el que la pareja de artistas deambula y posa en el museo emulando por momentos las escenas de las obras más famosas de la historia del arte. La Gioconda, la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia, la Pietà –de Rosso Fiorentino–, Las bodas de Caná –de Veronese–, además de muchas pinturas de Théodore Géricault, por ejemplo, embellecen esta espectacular producción que es el primer avance del álbum Everything is Love, que la pareja firma como The Carters.
¿Beyoncé es la primera artista en rodar en el Louvre? No, no lo es. Estas filmaciones son habituales desde hace años, pero nadie hasta el presente había llegado tan cerca de los lienzos más valiosos del mundo. Se sabe que Apeshit habría sido filmado un martes de mayo, el día en que el museo está cerrado o en las noches y ha trascendido que el Louvre cobra 23 mil euros por día de rodaje. El portavoz del museo, Benjamin Griveaux escribió en Twitter: “¡Gracias @Beyoncé y #JayZ por haber elegido el Louvre para vuestro nuevo clip! ¡Gracias @MuseeLouvre por haber abierto vuestras puertas a dos inmensos artistas. ¿Es esta la visita más loca al museo más bello?”
“Dame mi cheque, poné un poco de respeto en mi cheque/ O pagame equitativamente” dice el rap. El video repasa las galerías buscando igualdad racial que recién halla consuelo cuando se topa con El retrato de una mujer negra de Marie-Guillemine Benoist, pintada en 1800. La obra, realizada solo seis años después de la abolición de la esclavitud en las colonias francesas, simboliza la emancipación de los hombres y mujeres negros.
A su vez, el video posee escenas muy logradas estéticamente como la de la escalera que conduce a la extraordinaria Victoria de Samotracia. La escena es acompañada con bailarinas acostadas sobre los peldaños, coronadas por ese cuerpo mutilado en mármol. Frente a la pintura Ante la consagración de Napoleón de Jacques-Louis David una decena de bailarinas y Beyoncé misma se contornean aprovechando las extraordinarias dimensiones del lienzo de casi diez metros de ancho. Hay allí una señal de triunfo: una consagración pop de la raza. El pintor neoclásico cayó rendido a la figura del emperador de todos los franceses. Beyoncé es la nueva emperatriz. Eso parece declarar la pareja frente a la cámara que se da vuelta y para admirar La Gioconda.