Matrimonio igualitario: revolución en Cuba. Sobre la reforma constitucional que avanza en derechos individuales, elimina la palabra comunismo y permite la propiedad privada
La nueva Carta Magna cubana acelera el rumbo hacia la sociedad capitalista y moderna: elimina la palabra comunismo y permite la propiedad privada.
El proyecto de nueva Constitución, que la Asamblea Nacional del Poder Popular comenzó a discutir el sábado 15 de julio trae cambios impensados en la Cuba pos hermanos Castro. Uno de ellos es el que propone redefinir el matrimonio tal y como aparece en la Carta Magna de 1976. Una medida que va a allanar el camino a las uniones legales entre personas del mismo sexo. En su artículo 68, el proyecto define el matrimonio como “la unión voluntaria consensuada entre dos personas, sin especificar sexo”. La ley limitaba el matrimonio a “la unión voluntaria concertada de un hombre y una mujer con aptitud legal para ello”. El anteproyecto de reforma de la Constitución será sometido a consulta popular entre los próximos 13 de agosto y 15 de noviembre.
“Sería una puerta abierta para poder avanzar con posterioridad en la legalización de las parejas homosexuales”, consi- deró en su blog Francisco Rodríguez Cruz, miembro del Partido Comunista de Cuba (PCC) y activista gay, según expresa el medio digital Diario de Cuba. Para Rodríguez Cruz, el proyecto “incorpora el principio de no discriminación por orientación sexual e identidad de género”, lo que permitiría adoptar “otras normas jurídicas y políticas públicas” para proteger los derechos de la comunidad LGBT cubana. Sin embargo, destacó que la modificación del concepto de matrimonio en la nueva Constitución “es solo el primer paso” porque “hay posturas ideológicas y políticas opuestas a estos cambios, cuyos representantes harán todo lo posible porque estos sueños, hoy posibles y ya tan cercanos, naufraguen”, pronosticó.
“Darles derechos a los que no los tienen no implica quitárselo a los que ya los tienen”, dijo Mariela Castro Espín, directora del estatal Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) en los debates parlamentarios previos a los de este fin de semana, según imágenes difundidas el viernes por la televisión local, continúa el Diario de Cuba.
En los años 60 y 70 muchos homosexuales debieron exiliarse o fueron recluidos en campos de trabajo –las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP)– por no corresponder al modelo del “revolucionario” y heterosexual. Allí fueron forzados a realizar extenuantes trabajos agrícolas, acusados de atentar contra el régimen, sólo por su condición sexual. En una entrevista brindada en 2010 al diario mexicano La Jornada, Fidel Castro admitió que la persecución de homosexuales ocurrió en momentos de “una gran injusticia” y reconoció que desde el poder él no le prestó “suficiente atención”.
“Nosotros no lo supimos valorar”, señaló el ex presidente cubano con respecto a la homofobia oficial en Cuba. “Sí, fueron momentos de una gran injusticia, ¡una gran injusticia!, la haya hecho quien sea. Si la hicimos nosotros, nosotros. Estoy tratando de delimitar mi responsabilidad en todo eso porque, desde luego, personalmente, yo no tengo ese tipo de prejuicios”, había asegurado en la entrevista. Justamente una de las líderes de la campaña contra la homofobia fue su sobrina Mariela, hija de Raúl Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual.
En 1993 se estrenó la recordada película Fresa y chocolate: la primera (basada en el guión de Senel Paz y el único cubano con una nominación al Oscar) con un personaje abiertamente gay: se trataba de un revolucionario que prefería el helado de fresa al de chocolate.
Nueva Cuba
La nueva Carta Magna reconocerá al mercado, la propiedad privada y la inversión extranjera como parte de la economía del país. Son cambios que darán sustento legal a los ajustes iniciados por el entonces presidente Raúl Castro desde 2008, que permitieron el surgimiento de los negocios privados, denominados “por cuenta propia”.
Desde esa fecha hasta mayo de 2018, los emprendimientos privados involu-
craron laboralmente a 591.000 personas, lo que equivale al 13% de la fuerza laboral del país.
En el artículo 5° de la actual Constitución se establece que el gobernante y único Partido Comunista de Cuba (PCC) “organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista”. Sin embargo, en este nuevo proyecto, y en medio de una apertura económica sin precedentes desde el triunfo de la revolución, la parte referida a “sociedad comunista” será retirada. Se restituirá la figura del presidente de la República (actualmente presidente de los Consejos de Estado y de Ministros). Se crea además el cargo de primer ministro.
“La creación de un primer ministro en Cuba obedece más a una lógica de distribución de funciones que a una perspectiva de división de poderes”, explicó a la agencia AFP el analista político Arturo López-Levy, profesor de la Universidad de Texas-Rio Grande Valley. Así ocurre con otras “experiencias de monopolio del partido comunista”, comentó. “Los primeros ministros de China y Vietnam administran con autonomía la esfera del gobierno, pero la posición se subordina al presidente y al primer secretario o secretario general del Partido Comunista”, detalló.
A su vez los grupos de exiliados radicados en Miami sostienen que la reforma de la Constitución cubana, liderada por el ex presidente Raúl Castro, es una maniobra encaminada a “legalizar el régimen de los militares” y a “proteger los intereses” y “poder de la familia” de los Castro. Esta reforma de la Constitución esconde un objetivo primero: establecer un “gobierno de militares, de generales, supervisando a cargos técnicos para el mejor manejo por la nueva generación de los Castro”, afirmó Orlando Gutiérrez, secretario general del grupo Directorio Democrático a la agencia de noticias EFE.
Según su visión, con la anunciada reforma constitucional se convierte el Consejo General de Defensa en el gobierno “de facto” en la isla, se “debilita el poder civil” y, además, se avanza en los planes de Castro de fijar un gobierno de generales “supervisando a técnicos” en el terreno económico. Se trata, resumió, de un “burdo” intento de “reeditar el manual para ser más efectivo el Estado en la opresión del pueblo cubano”, un texto que, “bajo ninguna definición”, se puede definir como Carta Magna. En cuanto a la prevista eliminación de las referencias al comunismo en la reforma constitucional, Gutiérrez señaló que resulta mero maquillaje, ya que el Partido Comunista de Cuba (PCC) continúa siendo el único partido permitido, además de ser el “gobierno real del país”. Por su parte, Mariela Castro Espín prometió que esta reforma abrirá las puertas para las modificaciones legislativas necesarias. La hija de Raúl Castro y directora del CENESEX aludió, además, a la sensibilidad sobre el tema mostrada por el presidente Díaz-Canel.
Pero hay otros obstáculos para este paso fundamental en los derechos constitucionales. El diario de Cuba asegura que varias iglesias iniciaron una campaña contra el matrimonio igualitario. La Iglesia Evangélica Pentecostal Asambleas de Dios, las Convenciones Bautistas Occidental y Oriental, la Liga Evangélica de Cuba y la Iglesia Metodista en Cuba emitieron un comunicado contra el matrimonio homosexual. Se basan en la interpretación de la Biblia y caben dentro de la doctrina religiosa. El segundo, en cambio, apela a lo incompatible de “la ideología de género” con “nuestra cultura, nuestras luchas de independencia y los líderes de la Revolución”.