Una leyenda hippie
Charles Lloyd ha vuelto con su grupo, The Marvels, que cuenta con el guitarrista Bill Frisell y la sección rítmica de Jason Moran (uno de los mejores pianistas del mundo). Pero sobre todo tiene a la cantante Lucinda Williams, una de las grandes representantes de la americana (el género que agrupa la música folk estadounidense, desde el country blues al góspel). Basta escucharla en la preciosa “Dust”, que abriga en su centro ese tono elegíaco a lo Dylan, como en “A Hard Rain’s a-Gonna Fall”.
Especie de leyenda hippie del jazz, Lloyd (que participó en varios discos de The Beach Boys y fue uno de los primeros jazzeros que tocó en los grandes festivales de rock de Monterrey y de Fillmore junto a The Doors y Jefferson Airplane, así como en la URSS cuando el jazz apenas se permitía), se retiró durante 15 años en Big Sur, California. Volvió a grabar a comienzos de los noventa álbumes como Rabo de nube, en los que su ternura encuentra el tono perfecto en composiciones de Silvio Rodríguez, de su amigo Brian Wilson o en clásicos del folklore mexicano, como una utópica unión musical americana a través del jazz. Charles Lloyd siempre será el más whitmaniano de los saxofonistas.