Una noche (de fiesta de bodas) en el museo
Escribo porque leí el artículo “Museos con un nuevo cartel:
‘se alquila’” en Clarín.com, sobre el uso del patrimonio cultural nacional para eventos privados. Cuando habla de actividades atentatorias pensé en los múltiples robos ocurridos en Buenos Aires, donde los museos no tienen personal de seguridad capacitado. Se trata de empresas improvisadas que carecen de toda idea sobre el acervo que deberían custodiar. Los museos no pueden ser gratuitos, deberían manejar los recursos que generan y aquí sólo pueden hacerlo a través de las asociaciones de amigos. Respecto a la transparencia tengo mis serias dudas, ya que trabajé 20 años en un museo y he visto desfilar personajes siniestros.
Ana María Costa