Premian a su creadora
La académica valenciana Adela Cortina, creadora del término aporofobia, recibió esta semana el premio Antonio de Sancha, entregado por la Asociación de Editores de Madrid, en homenaje a quien fue considerado el primer editor español. Dicha palabra tiene su origen en el griego aporos, que significa pobre, desvalido, y se convirtió en la palabra de 2017 para la Fundación del Español Urgente (Fundeu). Casi de inmediato fue incluida en el Diccionario de la Real Academia Española y publicado el libro Aporofobia, el rechazo al pobre (Paidós).
La catedrática de Ética, nacida en Valencia, declaró que los inmigrantes y refugiados le mostraron un feómeno sin nombre. “Se hablaba mucho de la xenofobia, que es el odio al extranjero, y a mí me daba la sensación de que eso no acababa de ser así, porque hay extranjeros que son muy bienvenidos, como los futbolistas de fama y los turistas que llegan a gastar su dinero. Pero los pobres sí que molestan, parece que no se sabe qué hacer con ellos”, explicó a la publicación española Playground.
La hostilidad contra los extranjeros que intentan llegar a través de las costas de Italia y España, descubrió, era un rechazo que se daba también en la frontera de los Estados Unidos con México, con los gitanos, y hasta límites inhumanos. “Hay gente que ve a un mendigo en la calle y se les ocurre dañarlo, burlarse y ya ha habido delitos de aporofobia”. Ese miedo se convierte en rechazo, explicó, a través de la ideología, cuando señala a los pobres como culpables de la pobreza de las capas medias y bajas. Un discurso recurrente en muchos líderes políticos de todos los continentes.