Latinoamérica, un porvenir en jaque
Lo nuevo de García Márquez. Jon Lee Anderson compiló un libro de artículos de Gabo y se mostró preocupado por el futuro de la región.
El periodista estadounidense Jon Lee Anderson, biógrafo del Che Guevara y amigo de Gabriel García Márquez, señaló que le asustan las consecuencias de una posible victoria electoral del “populismo ultraderechista” de Jair Bolsonaro en Brasil, pero reconoce que la izquierda falló en la región. Anderson usa una expresión muy gráfica y coloquial en español para referirse al “colapso”, según sus palabras, de los gobiernos de izquierda y centroizquierda que estuvieron en el poder en América Latina desde la primera década del siglo XXI: “La izquierda la cagó”. En una entrevista con motivo de la publicación en EE.UU. de El mayor escándalo del siglo, una selección de obras periodís- ticas de Gabriel García Márquez, el periodista expresó sus temores acerca de una nueva “etapa negra” en Latinoamérica. También mira “mucho” a Venezuela, un país del que lamenta que se esté “desmembrando”, así como lamenta que la “única política regional” de Trump sea “conspirar contra el régimen” de Maduro, según señala Anderson. Pero el mayor “susto” radica para él en la posibilidad de que el candidato ultraderechista Bolsonaro gane al progresista Fernando Haddad en la segunda vuelta de las elecciones en Brasil. Si gana, como auguran las encuestas, Brasil y Venezuela, dos países fronterizos, van a estar dirigidos por gobiernos ideológicamente enfrentados y eso va a abrir una “fisura” en América Latina como no se ha visto nunca, advierte Anderson. “Temo que estalle la violencia”, señala. El autor opina con pesimismo que del discurso de Bolsonaro se vislumbra que puede llegar un periodo de “sangre y venganza” al “continente más homicida del mundo” (con mayores índices de asesinatos). Y agrega que un Trump “cada vez más desatado” va a “soplar más a la fogata”. Cuando se le pregunta si el populismo es malo tanto si es de derecha como de izquierda, responde sin dudar que sí, porque ambos tratan de “degradar y eliminar” la democracia y arrastran una “hinchada” que aunque minoritaria, entraña un peligro. A su juicio, América Latina está siempre en riesgo de polarización y de repetir su historia porque, a pesar de 30 años de democracia, el estado de derecho no está “cohesionado en la mayoría de los países”.