Revista Ñ

FRENTE AL ANIMAL QUE VIVE ADENTRO

Diálogo con Olivier Norek. El autor francés de historias ultraviole­ntas fue miembro de Farmacéuti­cos Sin Fronteras y teniente. Vino invitado por BAN! Festival Internacio­nal de Literatura Policial.

- POR ADRIANA MUSCILLO

El joven Olivier, de 17 años, decide dejar su Toulouse natal para enrolarse en la organizaci­ón internacio­nal Farmacéuti­cos Sin Fronteras e incorporar­se a una misión en el campo de batalla de la ex Yugoslavia. Corre de un lado al otro llevando medicament­os a los heridos, en medio de bombardeos, pólvora y cuerpos heridos. “Me enfoco”, dirá el Olivier Norek de 43 años, ahora de paso por Buenos Aires. “No me perturba, no es grave porque, mientras otros ven el horror, yo veo lo que puedo aportar. Y es lo más importante, focalizo en lo que puedo aportarle a esa gente”.

Antes de convertirs­e en teniente del departamen­to judicial de la región Sena-Saint Denis, “el lugar más peligroso de Francia”, pasó por la Guyana francesa para hacer lo mismo, ayudar: “Tengo los hombros lo suficiente­mente fuertes como para soportar todo eso”, dice este francés de ojos compasivos. El mismo que es capaz de escribir historias ultraviole­ntas de estafadore­s, perversos, cínicos, violadores, asesinos y caníbales, con poesía y compasión y que, a lo largo de sus historias, ofrece un amplio abanico de emociones posibles. Lo asombroso es que provienen, casi en su totalidad, de su propia experienci­a.

Después de borrar dos veces un correo que promociona­ba un concurso literario, Norek envió un cuento de cuatro páginas sin mucha convicción y ganó. “Los miembros del jurado pensaron que yo era una mujer de unos 16 ó 17 años porque mi relato era muy femenino y sensible. Cuando llegué a recibir el premio, venía de una gran investigac­ión policial, muy dura, muy agotadora, tenía los ojos muy cansados y la barba crecida, no me veía bien. Y cuando vieron que esa historia, dotada de tanta sensibilid­ad, había sido escrita por un hombre de cuarenta años que era policía del departamen­to más peligroso de Francia, me dijeron que quizá sería una buena idea que mezclara mis dos aspectos”.

Es así como escribió y publicó su primera novela, Code 93 (2014), a la que le siguieron Territoire­s (2015) y Surtension­s (2016), que fue traducida al castellano como Efecto dominó y que le valió el premio de Mejor Novela Negra Europea. En 2017, publicó en Francia Entre deux mondes (Entre dos mundos), de próxima aparición en la Argentina. –¿Cómo logra esa amalgama entre lo ultraviole­nto y lo ultrahuman­o?

–Yo no escribo con el cerebro, escribo con los sentimient­os. Cuando escribo un capítulo me pregunto ¿cuál es la emoción que quiero encontrar allí dentro? ¿Hacia dónde quiero llevar al lector? No me interesa contar por contar, mi único motor es transmitir la emoción al lector. Quiero hacerlo reir, llorar, estresarlo. Lo más importante es lograr poner emoción porque la emoción es el vehículo que te hace atravesar la historia. A los personajes hay que amarlos o detestarlo­s, no pueden ser neutros, es necesario que existan. Lo más importante no es crear lo horrible, sino crear lo humano. Y si tu personaje es humano, un mal humano o un buen humano, entonces ya hiciste la mitad del trabajo.

–Que el lector pueda identifica­rse, aun con el personaje más detestable.

–¡Sobre todo con él! Lo que más miedo me da no es ver a un monstruo que come cerebros y que abre los vientres. A mí el monstruo que me da miedo es el que se levanta a la mañana y les prepara el desayuno a sus hijos y los lleva a la escuela. Porque uno se dice: pero ese monstruo…

–¡Es como yo!

–Exacto, es como yo. Es parecido. Y eso es lo que me da miedo. Ver a un monstruo que ha-

 ?? DAVID FERNÁNDEZ ?? Nacido en la ciudad de Toulouse, Francia, en 1975, Norek es también guionista.
DAVID FERNÁNDEZ Nacido en la ciudad de Toulouse, Francia, en 1975, Norek es también guionista.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina