Revista Ñ

El escándalo de la precoz pérdida de la virginidad

Narrativa chilena. Durante la dictadura de Pinochet, la histeria colectiva de un pueblo por el caso de un niña embarazada.

- POR KIT MAUDE

En el gran arsenal literario, la fábula es posiblemen­te el arma más peligrosa para los escritores. La diferencia entre un texto que le habla al niño interior que todos llevamos dentro y algo que simplement­e suena aniñado es mínima, y si uno no trabaja con el cuidado, sofisticac­ión y aire de complicida­d travieso, digamos, de Silvina Ocampo o Hebe Uhart, las posibilida­des de un fracaso espectacul­ar son muy altas.

Jeidi, de Isabel M. Bustos, baila en el borde de este precipicio. Esta historia breve, ambientada en el paraje remoto de Villa Prat en el centro de Chile, trata de Ángela, una huérfana a quien todos llaman Heidi porque vive en la cima de un cerro con su abuelo; un hombre amargado y alcohólico, poco preparado para lo que está a punto de sucederle a su pequeña familia. Poco antes de su cumpleaños onceavo, esa chica soñadora con voz angelical, tan pobre que tiene que jugar con trapos en vez de muñecos –a uno lo llama “Dios”, al otro “madre”–, se declara embarazada con el segun- do hijo de Dios. Después de las reacciones predecible­s de ira indignada, y una vez que la virginidad de Ángela está confirmado por la enfermera local en una nota garabatead­a en medio del asombro, lo que sigue es una especie de Pasión –proceso de sufrimient­o– mientras el pueblo digiere esta noticia monumental y distintos actores se movilizan para aprovechar o reprimir la ola inevitable de histeria religiosa que les cae encima. Entre las presiones de una Iglesia decidida a desacredit­ar el “milagro”, la llegada de hordas de peregrinos y los medios de comunicaci­ón decididos a festejarlo y la vena comercial oportunist­a de los vecinos más vivillos, la vida del pueblo parece haber cambiado para siempre.

A la sombra de la dictadura de Pinochet (que casi no se menciona), Bustos explora otros tipos de represión: religiosa, económica, patriarcal. Y explora las pocas opciones de vida abierta para una chica pobre como Ángela, en un pueblo tan rural y tan crédulo, aunque sin profundiza­r mucho en ninguna (es una fábula, no una polémica). Tampoco parece muy interesada en las profundida­des de sus personajes adultos; un elenco variado en edad y experienci­a, que a pesar de eso suele expresarse en el mismo lenguaje infantil que su protagonis­ta. Es difícil saber si la intención es realista o altiva; de allí las dificultad­es del género de la fábula: un movimiento en falso y uno cae en la mera anécdota graciosa.

Las referencia­s a la cultura popular –los niños juegan a Terminator y bailan al son de Madonna– son casi los únicos recordator­ios de que estamos en los años 80 y no en una época anterior. Sin duda, las escenas más logradas son aquellas en las que figuran Ángela y sus amigos Vicki y Ariel –los dos enamorados de Ángela de distinta manera y casi sin saberlo–, precisamen­te porque ocurren en el territorio sólido de la niñez y no en esa zona ambigua y cambiante en la que se regocija la mejor literatura de este tipo.

 ??  ?? Fue la autora del blog La muy perra.
Fue la autora del blog La muy perra.
 ??  ?? Jeidi Isabel M. Bustos Blatt & Ríos 192 págs. $380
Jeidi Isabel M. Bustos Blatt & Ríos 192 págs. $380

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina