La conquista del imperio
Don Diego de Zama queda atrapado en las fronteras de una región que no termina de rendirse a la colonia española. Si bien la espera se torna insoportable para el personaje creado por Antonio Di Benedetto, distinta es la suerte que ha corrido el filme que Lucrecia Martel realizó a partir de ese libro memorable.
Sucede que Zama, además de ser nominado al Oscar y obtener premios en geografías tan diversas como La Habana, Tokio o Sevilla, se transformó desde su estreno en 2017 en un filme de condición paradójica: popular y de culto al mismo tiempo.
Ahora, un reflejo poderoso de su alcance es el hecho de que acaba de ser elegida entre las mejores películas de este año en Estados Unidos, según dos publicaciones tan prestigiosas como Esquire y The New York Times.
En el primer caso, Zama ocupa el séptimo lugar entre las 25 seleccionadas. El crítico Nick Schager, de Esquire, alaba la “belleza casi irreal” de la película y destaca el trabajo de Martel pero también, la fotografía de Rui Poças y la dirección de sonido de Guido Berenblum. Por su parte, Manhola Dargis de The New York Times subraya que este año, la filmografía de mujeres quiebra la uniformidad estética y narrativa que imponen plataformas como Netflix o Amazon.
Entre las diez preferidas por Dargis, la película argentina ocupa el cuarto lugar por tratarse de “un film maravillosamente excéntrico”.
Con lentitud, el mainstream norteamericano empieza a prestarle atención a otro cine que no sea solo el de habla inglesa. Estos exclusivos listados empiezan a abrir el panorama a la producción de países como Japón, Corea, Líbano. Sin embargo, además de Zama, la única referencia a un trabajo iberoamericano es Roma, que Adolfo Cuarón acaba de estrenar en Netflix, como se puede leer en este número de Ñ.
Martel ha contado en muchas entrevistas que el proceso de filmación (plasmado además en el libro El mono en el remolino, de Selva Almada) fue complejo y accidentado.
Su convicción de construir una obra personal, distintiva, alejada de los cánones y cercana a su deseo es quizás, el modo en que redime a su personaje. Y así es como Zama encuentra un modo impensado de escapar de su encrucijada.